El Gobierno de México ha levantado un muro ante la marcha del #DíaInternacionadelaMujer y las manifestantes han respondido con indignación y rabia. Hablamos con la periodista mexicana Perla Blas sobre la impunidad y los feminicidios.
PUBLICIDADTeresa, Araceli, Leonora, Cecilia, Lizbeth...más de 10 mujeres son asesinadas cada día en México. Los nombres de algunas de ellas se han escrito sobre un muro levantado en torno al Palacio Nacional donde reside el presidente Andrés Manuel López Obrador.
No se trata de una iniciativa del Gobierno que instaló el muro con vistas a la marcha del Día de la Mujer para "proteger el patrimonio cultural", sino de las familias de las víctimas en respuesta a la inacción del Estado frente a la impunidad de los feminicidios.
Poner nombre a estas mujeres es fundamental, explica Perla Blas, periodista de investigación mexicana: "es importante nombrarlas, porque todas tenían una historia, todas tenían una vida, una familia, la cual se vio fuertemente afectada ante este suceso".
Una base de datos para no olvidar a 150 niñas
Blas forma parte de un grupo de periodistas mujeres que ha construido una base de datos para hacer un seguimiento del número de niñas y adolescentes asesinadas, un trabajo con el que abordan la ausencia de políticas públicas en México para prevenir y erradicar los feminicidios.
"Empezamos a ver en la base de datos que había la categoría de nombre y veíamos niña sin nombre, niña sin nombre, niña sin nombre...¡Entonces dijimos no! Todas tienen un nombre y vamos a rastrear cómo se llamaban esas niñas".
La periodista mexicana relata como decidieron hacer un segundo, un tercero y hasta un quinto rastreo para dar con el nombre de cada niña. Y entonces descubrieron sus historias.
Elsy Michelle tenía 12 años y estaba comenzando a cursar la secundaria.
Laura Angélica, que tenía 17 años y vivía en Aguascalientes, estaba terminando la preparatoria y quería estudiar en la Universidad.
Victoria, de 16 años, que vivía en Cuitláhuac, Veracruz, quería seguir estudiando y terminar esa relación tóxica que estaba viviendo.
Alexandra, que tenía 15 años y vivía en el Estado de México, estaba muy emocionada porque iba a empezar a trabajar y quería seguir estudiando.
Giselle, de 11 años, de Chimalhuacán, estaba estudiando sexto de primaria y le gustaba jugar al fútbol.
"Absolutamente todas tenían una historia", apostilla Blas, tras narrarnos sus historias.
Un total de 150 vidas de menores truncadas violentamente en todo el país entre diciembre de 2018 y 2020, según los datos de su investigación.
La indiferencia estatal y social
A la pregunta de por qué el número de feminicidios está en aumento, Blas responde que se trata de una combinación de factores que coinciden en un mismo punto: tanto una sociedad como un Estado que miran arbitrariamente hacia otro lado.
Y relata la historia del asesinato de Victoria como ejemplo de esta indiferencia estatal y social:
"Su expareja la asesinó fuera de la panadería en donde ella trabajaba y la mató de varias puñaladas. A la mañana, a la luz del día y a la vista de muchas personas que no la ayudaron".
La gestión de la violencia contra las mujeres por parte de López Obrador estuvo en la diana del clamor de las manifestantes del pasado 8 de marzo, que denunciaron que este se escondiera detrás de un muro mientras las fuerzas de seguridad reprimían con mano dura las protestas.
"Si no se pone el muro, se hubiese puesto en riesgo a mucha gente", justificó López Obrador la presencia de vallas de metal en el Día de la Mujer. "Fue evidente que querían vandalizar el Palacio Nacional".
PUBLICIDAD"No te puedo decir con certeza qué está pasando por la mente del presidente", señala Blas, pero cree que el discurso cambiante y abstracto del mandatario en relación a la violencia que pone en peligro a las mujeres del país "habla de una actitud conservadora y machista de su parte, aunque no lo quiere reconocer".
Consulta la investigación de Perla Blas en la página web Aquí estamos, feminicidio infantil en México.