El ministro de Exteriores británico Dominique Raab insiste en que Pekín debe cumplir las normas internacionales. Rusia, Birmania y la vacunación mundial, entre los temas de la agenda.
Choque de puños y codos entre el ministro de Exteriores británico Dominique Raab y sus homólogos del G7 a la llegada a la cumbre de este martes y miércoles en Londres.
La primera reunión presencial en más de dos años a causa de la pandemia que preparará la de jefes de Estado o Gobierno del próximo mes de junio.
Unidad entre los países democráticos
Para Raab, cuyo país ostenta la presidencia del grupo este año, es una oportunidad de demostrar unidad de las sociedades democráticas y abiertas frente a los retos y crecientes amenazas a las que se enfrentan.Y de defender ante China el sistema basado en normas internacionales.
"Hay temas en los que debemos ser muy claros, bien en la protección de los intereses económicos o del sistema internacional basado en reglas, ya sean las de la convención de la ONU o el Derecho del mar sobre la navegación marítima o los Derechos Humanos. China debe esar a la altura de sus responsabilidades como un miembro líder de la comunidad internacional".
Entre las amenazas a estudiar, Rusia y su despliegue militar ante Ucrania, la encarcelación del opositor Navalni o la promoción de ciberataques; la represión en Birmania o la incertidumbre en Afganistán tras la retirada de las tropas de Estados Unidos y la OTAN, junto a la situación en Libia, Etiopía y la guerra de Siria.
Y entre los retos, el aumento de la distribución de lvacunas anti-COVID en el mundo y la continuación de la lucha contra el cambio climático.