La UE cuenta con Mirziyoyev para reforzar el papel de Uzbekistán como baluarte contra el terrorismo extremista procedente de Afganistán y la inmigración ilegal
PUBLICIDADPocas dudas en Uzbekistán de cara a las elecciones presidenciales de este domingo. Para la comunidad internacional estos comicios son un mero refrendo del actual presidente Shavkat Mirziyoyev, que se presenta sin apenas competencia.
Aunque Uzbekistán es un régimen autoritario, Mirziyoyev es considerado un reformista moderado en comparación con su predecesor dictatorial.
"Esperamos cambios. Por ejemplo, aumentos salariales. Nuestros salarios son pequeños y no siempre los recibimos. Mi madre es profesora y no cobra regularmente", denuncia un joven.
Una profesora dice que "los lazos con las organizaciones internacionales están creciendo. Los ciudadanos extranjeros están invirtiendo en nuestra economía, lo que conducirá a la diversificación. Los horizontes de la gente se amplían".
Como uno de los vecinos más importantes de Afganistán, Uzbekistán es un actor clave para la estabilidad de la región.
Protección frente al terrorismo
La UE cuenta con Mirziyoyev para reforzar el papel de Uzbekistán como baluarte contra el terrorismo extremista procedente de Afganistán y la inmigración ilegal.
Uzbekistán mantiene una relación especial con Rusia y desempeña un papel importante en el acuerdo de cooperación de Shanghái, una organización de seguridad que reúne a Rusia, China y otros importantes países euroasiáticos, como Pakistán.
Uzbekistán ha acogido a cientos de miles de refugiados afganos, especialmente los pertenecientes a la minoría uzbeka.
La Comunidad Internacional espera que el actual presidente sea capaz de continuar su proceso de reforma y ayude a mantener los riesgos y amenazas al otro lado de la frontera afgana.