En el oeste de México, un grupo de hombres armados con fusiles automáticos controla una de las entradas de su ciudad, Tepalcatepec, en los límites de los estados de Michoacán y Jalisco, de los miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
PUBLICIDADEn el oeste de México, un grupo de hombres armados con fusiles automáticos controla una de las entradas de su ciudad, Tepalcatepec, en los límites de los estados de Michoacán y Jalisco, de los miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Se autodenominan grupo de "autodefensa". Pero nadie pregunta de dónde sacaron los llamados vigilantes de Tepalcatepec los coches blindados y los fusiles AR-15.
Para algunos es un interesado envío del cártel de Sinaloa que está en guerra con su archirrival Jalisco.
Un jeep con las siglas pintadas del cartel de Jalisco marca territorio sin esconderse.
La ausencia de estado en México que junto a la corrupción generalizada alimentó la creación de los cárteles, se mantiene. Policía y ejército mexicano han dejado de luchar contra los cárteles de la droga en Tepalcatepec.
Las ordenes de los soldados son vigilar los territorios de las bandas de traficantes para que cada uno esté en su zona sin invadir la del otro.
Para ello los militares cortan carreteras, impiden desplazamientos de los vecinos y bloquean desde suministros a la atención sanitaria de los vecinos.
La mayoría de los agricultores de Tepalcatepec sienten abandonados.
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador busca evitar conflictos abiertos, la eliminación de los cárteles se da por imposible después de la demostración de fuerza de pistoleros y traficantes en 2019. López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzmán, un hijo del capo encarcelado Joaquín El Chapo Guzmán, para evitar el derramamiento de sangre cuando sicarios de Sinaloa colapsaron las calles con disparos indiscrimados.
El puerto marítimo de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, es valorado por los cárteles como punto de entrada de precursores químicos procedentes de China, utilizados para fabricar metanfetamina y fentanilo.
Sus huertas de aguacate y sus minas de hierro son también un objetivo prioritario para la extorsión de los Viagras, que ahora controlan la carretera de Aguililla, lo que encarece, cuando no imposibilita, el acceso al combustible, los alimentos y las medicinas.
El líder jalisciense, Nemesio El Mencho Oseguera, quiere hacerse con todo esto, además de recuperar el control de su pueblo natal, Chila.
El sacerdote de Aguililla, en el estado de Michoacán, Gilberto Vergara, denunció la ausencia del gobierno en la zona: "El término autodefensas se ha contaminado tanto, que ya no podemos saber si realmente es un movimiento social, o si detrás de él se encuentra un cártel que se defiende a través de barricadas humanas"