Ambos países han enviado más tropas, mientras las fuerzas polacas siguen conteniendo los intentos de entrada de los migrantes acampados en las proximidades.
PUBLICIDADPolonia y Bielorrusia refuerzan su despliegue de tropas en la frontera, tras el intento de entrada de miles de migrantes a Polonia este lunes.
Varsovia se prepara para un posible aumento de incidentes y ha prohibido el tráfico terrestre en la zona. La pasada noche, cientos de migrantes que volvieron a intentar derribar la alambrada entre ambos países fueron contenidos con cañones de agua.
Disparos del lado bielorruso
En grabaciones facilitadas por el Gobierno polaco se observan disparos desde el lado bielorruso. Según un alto oficial polaco, podrían ser ejecuciones de migrantes para forzarlos a permanecer allí.
El primer ministro Mateusz Morawiecki ha declarado que no se dejarán intimidar y defenderán la estabilidad y seguridad en Europa junto a la OTAN y la Unión Europea.
Rusia, por su parte, ha culpado a occidente de esta crisis.
"La principal responsabilidad para resolver la crisis con los migrantes está en los que crearon las condiciones para que surgiera", ha dicho el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov. "Y el segundo arumento que es necesario evitar es el del doble rasero. No puedes aplicar estándares diferentes para hablar, pongamos, de Italia y de Polonia.
Putin alecciona a Lukashenko
Moscú atribuye el origen de las oleadas de migrantes, la mayoría procedentes de Oriente Medio, al fallido intento de Occidente de imponer su versión de la democracia. El presidente ruso Vladímir Putin y el bielorruso Alexandr Lukashenko han analizado la situación por teléfono este martes.
'Nosotros queremos ir a Alemnia'
"Nosotros no queremos ir a Polonia. Vamos a Alemania. Todos aquí, el bebé, las mujeres, todos", explican los migrantes, pillados en medio de este póker político.
La ONU se ha sumado este martes a la condena de la OTAN y la Unión Europea por utilizarlos como arma política, en lo que la organización atlántica llama guerra híbrida y Bruselas una represalia por su defensa a ultranza de la oposición bielorrusa.