Aumenta la tensión en Francia con la obligatoriedad del pase de vacunación. Reino Unido no impondrá más medidas. Estados Unidos compra más pastillas de Pfizer y China sigue con su política de tolerancia cero contra la COVID.
PUBLICIDADLa tensión aumenta tan rápidamente como el número de casos de coronavirus en Francia. En 24 horas se han registrado más de 270 000 contagios. Los legisladores siguen divididos en cuanto al aumento de la presión para que la gente se vacune y sobre la obligatoriedad del pase de vacunación para utilizar restaurantes, cines y otros espacios públicos.
El presidente Emmanuel Macron ha señalado en una entrevista que está dispuesto a molestar a los cinco millones de franceses que no están vacunados. Sus oponentes han dicho que esa no es la manera de hablar de un jefe de Estado.
Mientras tanto, en el Reino Unido, a pesar de que el país registra 200 000 casos diarios de COVID, el primer ministro Boris Johnson dice que está dispuesto a "aguantar" la actual ola de infecciones sin más restricciones.
Boris Johnson señala: "Gracias al fantástico esfuerzo nacional llevado a cabo para sacar adelante a Reino Unido, ahora tenemos un nivel sustancial de protección... Y por tanto, con las medidas del Plan B que introdujimos antes de Navidad, tenemos la oportunidad de superar esta ola de ómicron sin confinar al país."
En Estados Unidos, Joe Biden está incrementando las existencias de las nuevas pastillas terapéuticas de Pfizer diseñadas para combatir los peores efectos de la COVID-19. El presidente estadounidense apuesta por un ataque en varios frentes.
Joe Biden destaca: "Ómicron es muy transmisible, es una variante muy diferente a todo lo que hemos visto antes. Sin embargo, uno puede protegerse y debería protegerse, francamente. Vacúnense, pónganse refuerzos, hay muchas vacunas de refuerzo, utilicen mascarillas. "
Sin embargo, mientras continúan los debates sobre las restricciones y los programas de vacunación, China se aferra a su estrategia de tolerancia cero frente a la COVID. Tres casos asintomáticos fueron suficientes para que las autoridades aislaran una ciudad de casi 1’2 millones de habitantes, cantidad que se suma a las 13 millones de personas confinadas en Xian.