Colonna cumplía cadena perpetua por el asesinato de un prefecto. Fue atacado a principios de mes por un radical islamista en la cárcel de Arlès, lo que desencadenó violentas protestas en la isla.
PUBLICIDADPolíticos y personalidades locales, nacionalistas corsos y ciudadanos de a pie han dado este viernes en la localidad de Cargese, en Córcega, el último adiós a Yvan Colonna.
Cadena perpetua por terrorismo
Este independentista corso de 61 años cumplía cadena perpetua en la cárcel de Arlès, al sur de Francia, por el asesinato en 1998 del prefecto Claude Érignac, máximo representante del Estado francés en la isla.
Colonna fue estrangulado a principios de mes por un preso radical islamista y falleció el pasado día 21 en un hospital de Marsella.
Entre los asistentes estaba Christine Flori, que lo consideraba inocente y que lo visitó una vez al mes en la prisión durante doce años.
"La pena viene sin duda de la sentencia que sufrió, más que la distancia de su tierra. Todos esperábamos que se reencontrara con su tierra, pero no de esta forma horrible".
Protestas violentas en la isla
Tras la agresión, el Gobierno local puso las tres banderas oficiales a media asta, gesto criticado por el presidente Emmanuel Macron que lo consideró una ofensa contra la familia de Érignac.
Movimientos separatistas organizaron protestas acusando al Estado francés de no haber protegido su vida.
En los disturbios se produjeron daños materiales y decenas de heridos tanto entre manifestantes como entre fuerzas del orden.
Después de dos semanas de altercados el ministro del Interior francés Gérald Darmanin visitó la isla y escuchó las demandas de los nacionalistas.