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Una escuela de baloncesto en Angola ofrece disciplina y amistad a jóvenes de pocos recursos

Una escuela de baloncesto en Angola ofrece disciplina y amistad a jóvenes de pocos recursos
Derechos de autor euronews
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Por Chris BurnsDinamene Cruz
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¿Qué aprenden los jóvenes de Angola de las grandes estrellas del baloncesto internacional? Descubra cómo están cumpliendo su sueño en nuestra nueva emisión de Global Angola.

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Visitamos la escuela deportiva "Formigas do Cazenga" que lleva 20 años transformando los sueños de una comunidad aquí en Luanda. ¿Cómo lo hacen? A través de una asociación entre Angola y Francia y una escuela de baloncesto propiedad de una antigua estrella de la NBA. 

Es un sueño de origen humilde, de mucho trabajo y determinación. Por eso se llaman las Formigas -las hormigas- de Cazenga. El entrenador Eduardo Fonseca fundó el club de baloncesto hace 20 años.

00.42 SOT: Eduardo Fonseca Luís Raúl, General Secretary, Formigas do Cazenga

"El nombre es debido a la forma en que se organizan las hormigas: la fuerza de trabajo, la voluntad, la humildad y el hecho de que nunca dejan de trabajar, siempre están concentradas, incluso las más jóvenes", explica Eduardo Fonseca Luís Raúl, director general del club de baloncesto. 

A lo largo de estas dos décadas, los Formigas, con sede en el municipio más poblado de Luanda, Cazenga, han acogido a miles de niños angoleños para enseñarles baloncesto, y mucho más.

"Tiene que ver, en primer lugar, con la educación... Es crear, dar valores morales, éticos, culturales a nuestros jóvenes y que aprendan a educar, a respetar, a ser organizados y persistentes en la vida", agrega Fonseca. 

Una de las jugadoras estrella de las Formigas es Sara Caetano.

"Desde el principio, cuando empecé, demostraron que no son sólo entrenadores o compañeros; demostraron que son padres, y que aquí tengo hermanas con las que puedo contar", afirma Caetano. 

En el equipo, relata Sara, puedes contar con ayuda y trabajo duro: cualidades clave de los Formigas, dentro y fuera de la cancha.

"Aprendí mucho, no sólo como jugadora, sino también como persona. Aprendí que, en el deporte y en la vida hay que ser amable. Hay que ser respetuoso con la gente, no solo en el campo, también fuera de él, y, a pesar de todo, hay que ser un buen estudiante", apunta la joven angoleña, que cuenta con la ayuda de una veterana estrella del baloncesto franco-estadounidense, Tony Parker. 

Ha llevado a los San Antonio Spurs a ganar cuatro campeonatos de la NBA en Estados Unidos. Nos encontramos con él en Francia, en su academia de baloncesto de Lyon, donde Sara es una de sus alumnas.

"Siempre quise construir una academia. Siempre supe que quería hacerlo después de mi carrera. Abrimos en 2019, así que ya han pasado tres años. Es una forma estupenda de retribuir y siempre supe que quería hacerlo", dice Parker. 

Nacido en Bélgica, hijo de un jugador de baloncesto estadounidense y de una madre holandesa, Parker se convirtió en ciudadano francés y en un jugador estrella de la selección francesa. Ya retirado, apoya a varias organizaciones benéficas, incluida su academia.

"Para mí, cada vez que puedo ver una sonrisa en la cara de un niño, no tiene precio, sólo por dar una oportunidad a esos niños de cumplir sus sueños. ... Ese es el lema de la academia. Vienes a la academia y consigues un trabajo. Y yo sólo quiero asegurarme de que todos los chicos que vienen a la academia puedan cumplir sus sueños".

"Mi baloncesto evolucionó cuando llegué aquí, colectiva y tácticamente - dice Sara- "Mi sueño realmente es convertirme en gerente, estoy estudiando para eso. Estoy estudiando aquí en la academia, ha sido muy bueno, la gente de aquí es increíble, me han ayudado mucho y me dan ese apoyo para hacer realidad mi sueño".

Tony espera que lleguen más jugadores como Sara de Angola, y de otros lugares.

"Mi plan es ir a Angola. Empezamos con Sara porque tenía potencial para hacer algo con el equipo de baloncesto al que estamos ayudando allí. Definitivamente, quiero ir allí a visitarlos y tratar de encontrar más niños como Sara", agrega el exjugador. 

De vuelta al club de Formigas, Sara da a sus compañeros una razón para soñar.

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"Para la próxima generación, mi mensaje es que sigan trabajando y creyendo en sus sueños, que todo es posible", dice. 

Las aspiraciones deportivas de los jóvenes angoleños toman ahora un nuevo rumbo con la ayuda de las estrellas. Esto es todo por ahora en Global Angola. Pueden volver a ver este reportaje en la página especial de Angola en euronews.com. Gracias por vernos.

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