Al menos una joven de 24 años ha muerto en El Salvador y miles de personas tuvieron que ser reubicadas en las zonas afectadas
Árboles caídos, ríos crecidos y calles y edificios inundados al paso de la tormenta tropical Bonnie por El Salvador.
Al menos una joven de 24 años ha muerto y 250 personas tuvieron que ser reubicadas.
Las fuertes lluvias han ido remitiendo el domingo mientras Bonnie se desplaza por la costa del Pacífico de Centroamérica. El viernes tocó tierra entre Nicaragua y Costa Rica sin dejar daños importantes.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, la tormenta se mueve hacia el oeste con vientos de 95 km/h.
A su paso por Nicaragua, la tormenta tumbó árboles, y el tendido eléctrico, causó desprendimientos de techos y marejadas en el sur del país.
Iván Delgadillo, pescador nicaragüense, cuenta que "hasta ahora no hay pérdidas. Estaba muy nervioso porque ya sabía lo que era un huracán. Viví el huracán Juana (de 1988), y ése fue un verdadero huracán. Esto sólo fueron unos vientos ligeros".
Unas tres mil personas fueron acogidas en albergues y casas solidarias. Una de ellas es Leslie Aguilar, residente de Bluefields. "Desde ayer que vino la Cruz Roja a avisar, he empacado todas mis cosas, mi ropa, por lo menos salvaría mi piel, lo demás se puede quedar, las cosas materiales se pueden recuperar, pero la vida es más importante, ¿no?", explica.
En Costa Rica, Bonnie dejó 26 incidentes por inundación en la zona norte del país. Aunque en las últimas horas, las 3.500 personas evacuadas han podido ir regresando a sus hogares.
Las autoridades esperan que la tormenta tropical siga moviéndose hacia el noroeste en paralelo a la costa de México y advierten de que podría convertirse en huracán sobre el Pacífico el próximo martes.