Entre los fallecidos hay tres niños. Además otras 19 personas resultaron heridas de diversa consideración, según el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia.
Rusia cifra en 13 personas las fallecidas, como consecuencia del accidente de un cazabombardero ruso que se precipitó el lunes en una zona residencial de la ciudad de Yeisk, junto al mar de Azov, no lejos de la frontera ucraniana.
Entre los fallecidos hay tres niños.
Además otras 19 personas resultaron heridas de diversa consideración, según el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia.
Los hechos tuvieron lugar cuando se incendió uno de los motores del avión supersónicoun Sukhoi-34, que acababa de despegar del base militar del Distrito Sur. El piloto pudo catapultarse, aunque el aparato terminó cayendo en el patio de un bloque de apartamentos de nueve plantas que acabó en llamas.
Los servicios de emergencia rescataron a 68 personas y desalojaron a un total de 360 de los inmuebles afectados.
Como es habitual, el Comité de Investigación de Rusia ha abierto diligencias penales para determinar las causas del siniestro. El Gobierno ruso proporcionará total la asistencia que precisen tanto los heridos como sus familiares, por orden del presidente, Vladímir Putin.