"¡Mirad quién está aquí! Los sistemas de defensa aérea NASAMS y Aspide han llegado a Ucrania", anunció el ministro de Defensa, Reznikov en su cuenta de Twitter, en referencia al equipamiento bélico proporcionado por Estados Unidos y España.
Así anunciaba el Ministro de Defensa de Ucrania la llegada de sistemas de defensa aérea procedentes de España y Estados Unidos a Ucrania. "Estas harán nuestros cielos más seguros", destacaba en twitter. El objetivo es reforzar la defensa de los suministros críticos de las ciudades ucranianas.
Con motivo de la visita a Kiev del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, anunció la semana pasada que España se disponía a entregar una batería del sistema de misiles Aspide, así como cuatro sistemas antiaéreos Hawk, sistemas de misiles antitanque, cañones y municiones.
También la semana pasada. el Pentágono anunció la entrega de un paquete de ocho sistemas de defensa aérea NASAMS, de los cuales estaba previsto que dos fueran entregados en un futuro próximo.
Según Ucrania las fuerzas rusas han lanzado cuatro misiles y 24 bombardeos aéreos en la última jornada. La situación no parece desescalar a pesar de que medios como Wall Street Journal apunten que hay conversaciones en este sentido.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov ha destacado: "No tenemos nada que decir sobre esta publicación. Los periódicos anglosajones publican muchas falsedades. Hemos dicho en repetidas ocasiones que Rusia sigue abierta a alcanzar sus objetivos mediante negociaciones. También hemos dicho en repetidas ocasiones que por el momento no vemos esa posibilidad, porque Kiev ha aprobado una ley para dejar de negociar con la parte rusa."
Mientras en la región de Kiev la situación del suministro energético sigue siendo tensa. La administración militar regional pidió a los residentes que "utilizaran la electricidad con moderación", mientras que el operador Ukrenergo tuvo que realizar "cortes de emergencia". Según las autoridades ucranianas, Rusia ha destruido alrededor del 40% de las infraestructuras energéticas de Ucrania desde principios de octubre.