Unicef reclama ayuda internacional para evitar que se queden atrás. Recuerda que los ataques rusos contra infraestructuras convierten en un reto la enseñanza por internet instaurada en tiempos de pandemia y de guerra.
PUBLICIDADLa guerra amenaza la educación de cinco millones de niños en Ucrania. Unicef reclama más apoyo internacional para asegurarse de que ninguno queda atrás. Porque a estos once meses de conflicto se suman dos años de pandemia. Y los menores de ocho años del este del país no han vivido nunca en tiempos de paz.
"No existe un botón de pausa", ha advertido el director de la agencia para Europa y Asia Central Ashfan Jan. "No es una opción posponer la educación de los niños y volver a ella una vez que se atiendan otras prioridades, sin poner en riesgo el futuro de toda una generación".
Ni siquiera clases virtuales por los apagones
En el Día Internacional de la Educación, unicef recuerda que la escuela proporciona a los más pequeños un sentido crucial de estructuración y seguridad para el resto de sus vidas. Miles de escuelas y guarderías y demás instalaciones educativas han sido dañadas o destruidas. Y algunos padres prefieren que sus hijos no vayan al colegio por miedo a cualquier incidente.
Casi dos millones de niños accedían a clases por Internet, señala la agencia de la ONU; otro millón trescientos mil combinaba la enseñanza en línea con la presencial. Pero los ataques masivos rusos contra infraestructuras han provocado grandes cortes de electricidad que convierten cada lección en un reto.
Y entre los refugiados, se estima que dos de cada tres pequeños no están inscritos en el sistema de enseñanza del país de acogida por diversos motivos.