Las redes de tráfico de personas proliferan en internet y alteran las cifras de casos reales

La trata de seres humanos ha disminuido considerablemente durante la pandemia, al menos los casos registrados oficialmente.
La ONU está preocupada porque -especialmente en los países más pobres- la trata, la prostitución y el trabajo forzado se están desplazando a la clandestinidad o a través de Internet, sin que las fuerzas del orden puedan perseguirlos.
"Hubo una oleada de explotación sexual en línea. Los sistemas de justicia y la policía de varios países simplemente dejaron de funcionar durante la pandemia, ya que tuvieron que desviar recursos a otros fines para mantener la salud pública", explica Ilias Chatzis, jefe de la Sección de Trata de Seres Humanos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En 2020 se detectó un 11% menos de casos de trata de seres humanos en todo el mundo que el año anterior. Las diferencias entre regiones ricas y pobres son enormes. Mientras que las cifras se redujeron a la mitad en Asia Oriental y el Norte de África, aumentaron en Europa y Norteamérica, donde, según la ONU, se disponía de más investigadores y recursos.
El hecho de que el número de casos detectados en todo el mundo haya descendido por primera vez en veinte años no significa necesariamente que sea una buena noticia. En otros años, los traficantes tuvieron la oportunidad de ampliar sus estructuras delictivas sin ser detectados.
"Las cifras han disminuido tanto que si queremos tener posibilidades reales de erradicar este delito tenemos que pensar de otra manera", apunta Chatzis.
La ONU dice que los países tienen que vencer a los traficantes en su propio juego... dado que este delito se lleva a cabo cada vez más a través de Internet, los investigadores también deben actuar más en línea. Con la esperanza de que en el futuro, menos casos registrados signifiquen también menos casos reales.