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'Sadu', cetrería y espadas artesanales como referencia del rico patrimonio histórico de Catar

'Sadu', cetrería y espadas artesanales como referencia del rico patrimonio histórico de Catar
Derechos de autor euronews
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Por Laila Humairah & Aadel Haleem & Euronews
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En el marco de un reportaje para el programa Qatar 365, Euronews conoce, in situ, algunas de las artes del patrimonio cultural y artístico de Catar. Así, los periodistas de la cadena de información acercan a los espectadores a varias de las tradicionales que forman parte de la herencia catarí.

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En el marco de un reportaje para el programa Qatar 365, Euronews conoce, in situ, algunas de las artes del patrimonio cultural y artístico de Catar. Así, los periodistas de la cadena de información acercan a los espectadores a varias de las tradicionales que forman parte de la herencia catarí.

"El asunto del patrimonio es muy importante para mí. Se trata de nuestro patrimonio, nuestra identidad. Debemos preservarlo, y transmitírselo a las futuras generaciones", declara Maytha Saed D Abusalaa, maestra tejedora.

"Están recibiendo el talento de nuestros antepasados, y dominando los valores y la educación de la cetrería. Están encantados de hacer suya esta afición, porque es la afición de su padre y de su abuelo, el legado de nuestra familia. Ahora, si les preguntas, prefieren quedarse en el desierto, que volver a la ciudad", afirma Hamad Saeed Munakhas Al-Marri, cetrero.

De la mano de la periodista de Euronews, Laila Humairah, Euronews descubre parte del patrimonio artístico y cultural de Catar. Así, en este episodio, echa un vistazo a las bellas artes, la artesanía y las centenarias tradiciones del mundo árabe, que se mantienen vivas, en el conjunto de la vida moderna.

Durante siglos, estos tejidos han abrigado a las tribus beduinas. Cada pieza está confeccionada en un estilo llamado ‘Al Sadu’, o el arte de tejer horizontalmente. El tejido ‘Sadu’ formó parte de la vida de cada mujer beduina durante muchas generaciones, pero hoy corre el riesgo de caer en el olvido. Conocí a los artífices de una iniciativa, que pretende mantener vivo el ‘arte del Sadu’.

En las manos de Maytha Saed Abusalaa reposan siglos de historia y generaciones de experiencia. Forma parte de un raro grupo de ‘maestras tejedoras de Sadu’, en la península arábiga. Solamente en Catar, quedan menos de cuarenta tejedoras. Maytha lleva más de 30 años tejiendo; aprendió a hacerlo, del mismo modo que las mujeres que la precedieron.

"Mis comienzos fueron la ‘esencia’ que experimenté. Veía a mi madre trabajar con el ‘Sadu’, y a mi abuela también, así como a las mujeres del barrio. Lo heredé de ellas", señala Maytha Saed D Abusalaa, maestra tejedora.

Los ‘maestros del Sadu’ hacen que parezca fácil. Pero este estilo de tejido es una cuestión de amor, desde los hilos elegidos, hasta el diseño geométrico y los colores. Cada pieza puede tardar en tejerse un día, cincuenta días, o incluso un año entero, dependiendo de lo complicado que sea el diseño, y de su tamaño. Durante cientos de años, los ‘tejidos Sadu’ han abrigado a las tribus beduinas, en las frías noches del desierto. Pero esta técnica, que se aprende observando, está en peligro de extinción.

"El antiguo estilo del ‘tejido Sadu’ es tan raro que fue inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2020, como una forma de arte que necesita ser salvaguardada urgentemente. Por ello, se han intensificado los esfuerzos para potenciar y apoyar a los ‘tejedoras de Sadu’, con el fin de proteger este arte, y evitar que se pierda para siempre", explica Laila Humairah, periodista de Euronews.

En una carrera contrarreloj, la Fundación Caravane Earth puso en marcha un programa de residencia creativa con la granja Heenat Salma de Catar. La unión de fuerzas ayudó a ampliar la búsqueda, para encontrar el mayor número posible, de ‘tejedoras de Sadu’.

"Nos acogieron en sus casas. Nos sentamos con sus hijos, con sus familias... Realmente, compartieron todas sus experiencias vitales, y la sabiduría espiritual que les ha sido conferida a lo largo de generaciones", indica laresponsable de Residencias Creativas de la Fundación Caravane Earth, Farah Al Yasin.

La Fundación Caravane Earth puso en marcha talleres de 'Sadu', para dar al público la oportunidad de aprender esta técnica, mientras otros programas se centraron en apoyar a las tejedoras para que puedan seguir perfeccionando su oficio.

"Lo más importante es formar parte de una organización que apoya a las artesanas. Eso mejora nuestras habilidades. Si no hay apoyo, el Sadu morirá", declara Maytha Saed D Abusalaa, maestra tejedora.

Para mantener el interés del 'Sadu' en el mundo actual, la Fundación Caravane Earth pensó en formas de incluir nuevas ideas en el arte, con el objetivo de que las tejedoras pudieran encontrar nuevas maneras de practicar su destreza.

"El 'Sadu' es un hermoso tejido que puede revitalizarse, y utilizarse en nuestro día a día. Por eso, contamos con un equipo de personas que trabajan en el desarrollo de productos, y en la búsqueda de nuevos hilos que sean naturales y que puedan presentar a los tejedoras, con los que sean capaces de desarrollar una variedad de diseños diferentes, que se les ocurran. Pero, siempre, ciñéndonos a los principios y valores de ese textil, y a lo que significa y simboliza", afirma Farah Al Yasin, directora de Residencias Creativas de la Fundación Caravane Earth.

Tejiendo estos hilos de ideas antiguas y nuevas, la Fundación Caravane Earth pretende que el arte del 'Sadu' perdure a lo largo del tiempo.

"En el apogeo de la civilización islámica, las espadas árabes formaban parte de las armas más temidas en el campo de batalla. Las había de diferentes formas, y algunas tenían dos puntas muy afiladas. La fabricación de espadas es una parte tan importante de la historia y la tradición árabes, que uno de los hoteles más modernos de Catar, que se encuentra aquí, a mis espaldas, fue diseñado para emular la forma de dos cimitarras. Como he descubierto en una de las principales tiendas de espadas del país, el arte de fabricar espadas implica mucho más que su forma y diseño", explica Laila Humairah, periodista de Euronews.

La reportera agradece a Mohamed Mohamed Mourad, director de Ventas de Ghaith Essence of Swords, que permita al equipo de Euronews visitar su tienda. En primer lugar, ¿puede explicarnos el significado de las espadas en la cultura árabe?, pregunta la periodista.

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"La espada es parte integrante del patrimonio árabe, en general, y catarí, sobre todo, porque la espada se considera un símbolo de orgullo, dignidad y honor. En el pasado, las espadas se utilizaban para las batallas y los combates. Sin embargo, ahora, su uso en el Estado de Catar es para la danza tradicional "Arda", para regalos diplomáticos, obsequios para ministros y embajadas, destinados a la decoración, por ejemplo... Se considera el regalo más bonito, y el mejor, que se puede hacer a alguien", responde Mohamed Mohamed Mourad, director de Ventas de Ghaith Essence of Swords.

A medida que el mundo se moderniza, y la gente se olvida de cómo crear cosas con sus manos, ¿qué esperanza alberga con respecto a la fabricación y el coleccionismo de espadas, de cara al futuro?, quiere saber la autora del reportaje.

"Las espadas hechas a mano son mejores y más bonitas, porque la espada será una pieza que se hereda. La tecnología moderna, y las grandes máquinas, pueden hacer mil espadas, una gran cantidad, pero la calidad no será tan buena como la de una espada artesanal. La pieza hecha a mano no se puede reproducir. Por esa razón, es un artículo excepcional, y la persona que la posee debe preservarla", indica Mohamed Mohamed Mourad.

"Observemos algunos tipos de espadas de plata y oro, y sus diferencias, por supuesto. Estas son algunas espadas de plata, oro, cobre, chapadas en plata y cobre... Cada espada cuenta con inscripciones especiales, en un diseño particular y una curvatura específica. Por ejemplo, empezaré con la espada más famosa del Estado de Catar, que se llama: ‘la espada del fundador’. La espada pertenece a su alteza el jeque Abdullah bin Jassim, conocido como el fundador del Catar moderno, a quien Dios tenga en su gloria. Por supuesto, la espada es una copia de la espada del hijo del fundador, el jeque Abdullah bin Jassim. Contiene oro bañado en plata, y está decorada con esmeraldas y rubíes. Fabricamos una empuñadura chapada en oro, que también puede ser de marfil, si así nos lo piden", concluye el director de Ventas de Ghaith Essence of Swords.

"A principios de año se celebró el 14º Festival Internacional de Halcones y Caza. Conocido localmente como ‘Marmi’, reúne a cetreros de la región, mientras sus preciadas aves compiten en el concurso de caza. Aadel Haleem acudió para averiguar cómo pretenden los lugareños que este popular arte siga en auge, en los años venideros", señala Laila Humairah.

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En el interior del desierto de Catar, cientos de cetreros de toda la región se reunieron, con sus estimadas aves en los brazos. Participaron en el ‘Festival Marmi’ de este año, un evento profundamente vinculado a la cultura original catarí.

"Llevamos desde 2011 participando en el 'Festival Marmi'. No empezamos como un equipo, empezamos de manera individual, unas cuatro o cinco personas. Cada uno de nosotros solía preparar su halcón, o un par de halcones, y acudir a Marmi. Cazábamos desde el principio de Marmi. Hace unos años, el evento se transformó en un 'trabajo en equipo'; se forma un equipo y se participa en Marmi. Toda esta gente forma parte del 'Equipo Dorado'. La razón por la que nos pusieron ese nombre es porque somos conocidos, por conseguir algo nuevo cada año", declara el cetrero, Hamad Saeed Al-Marri.

El objetivo del festival es promover el deporte de la cetrería, un arte reconocido por la UNESCO. Inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la cetrería se remonta a hace miles de años.

"La antigua tradición se ha convertido en una cita anual ineludible. Hamad Saeed Al-Marri nunca se ha perdido un ‘Festival Marmi’ en sus 14 años de historia. Además de asegurarse de que sus halcones perseveran, también está entrenando a sus hijos, para que continúen una tradición familiar que se ha transmitido durante generaciones", explica el periodista de Euronews, Aadel Haleem.

"Practican una afición que les encanta. Llevar al halcón, soltarlo, enseñar y entrenar al halcón... Se criaron viéndonos como cetreros. Así que, tomaron el camino que nosotros habíamos tomado. En definitiva, es una afición que no puedes obligar a tu hijo a apreciar, sino que es algo que elige, por naturaleza. Ahora, si les preguntas, prefieren quedarse en el desierto, antes que volver a la ciudad. Prefieren cuidar de sus halcones", afirma el cetrero, Hamad Saeed Al-Marri.

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Aunque cuentan con los mismos aparatos tecnológicos que sus compañeros, Al-Marri anima a los jóvenes de su familia a ‘desconectar’ todo lo posible. Y... parece que funciona. Su sobrino de 15 años, Saeed, lleva una década aprendiendo las habilidades que requiere el oficio.

"Desde que tenía cinco años me apasionan los halcones. Mi padre y mis tíos me enseñaron lo que saben sobre ellos. Aprendí a criarlos y a entrenarlos para que cazaran palomas. Estoy muy agradecido por ello", señala el cetrero Saeed Ali.

"Contamos con halcones de Irán, porque es un país que está muy cerca de Catar. También hay halcones de Mongolia, Pakistán, Egipto, Siria, etcétera", explica Mohammed Al Kubaisi, jefe de Equipamiento y Eventos del 'Festival Marmi 2023'.

Mohammed Al Kubaisi señala que los halcones que participan en el festival proceden de países cercanos. Él pasa un mes y medio en el ‘Festival Marmi’, asegurándose de que todo salga según lo previsto. Su afición a este arte también le viene de familia, transmitido por sus mayores.

"Heredé la afición a este arte de mi padre y de mi abuelo. Antes, ambos utilizaban el halcón y el perro para cazar animales que se pudieran comer. Cazaban pájaros, cazaban conejos, gacelas..., cazaban animales para comer. Este arte existe desde el pasado, continúa ahora, y también seguirá existiendo en el futuro", concluye Mohammed Al Kubaisi.

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Si la familia Al-Marri sirve de modelo, este arte ancestral seguirá en auge, en Catar, durante los próximos años.

"Ha sido un placer mostrar las distintas formas en que Catar mantiene vivas tradiciones centenarias, y cómo una sociedad moderna se aferra a su patrimonio cultural. Es todo en este episodio del programa. Si quiere más información, no dude en visitar nuestra página web y conectar con nosotros a través de nuestro hashtag. Gracias por su atención. Nos vemos pronto, de nuevo, en Qatar 365", indica, a modo de despedida del reportaje, Laila Humairah.

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