Los casi tres millones de votos conseguidos en primera ronda por el candidato nacionalista Sinan Ogan se antojan definitivos para decantar la balanza de uno u otro lado
PUBLICIDADEntre la población turca hay estos días, más que emoción, resignación ante la celebración de una segunda vuelta electoral.
El próximo 28 de mayo los electores están llamados a elegir presidente entre el eterno Recep Tayyip Erdogan y Kemal Kiliçdaroglu, tras no haber conseguido ninguno superar el 50 % de los apoyos en primera ronda. En las calles del país, hay opiniones para todos los gustos.
"Creo que era de esperar", opina una joven. "Porque realmente, esta nación es una nación que sabe lo que quiere. Esta nación tiene dos puntos de vista opuestos. Vivimos en un país democrático. Y en unas elecciones en las que todo el mundo era libre de expresar sus opiniones, era un resultado esperado".
"A pesar de todos los acontecimientos negativos que se han producido en el país, hemos perdido por haber designado a la persona equivocada", opina otro ciudadano, presumiblemente votante de Kiliçdaroglu. "Deberíamos haber ganado por goleada, pero en mi opinión hemos perdido estas elecciones".
"Personalmente no quería que las elecciones fueran a una segunda vuelta", dice por su parte un votante de Erdogan. "Deberíamos haber tenido el 50 % más uno de los votos. Pensé que no había necesidad de vivir esa tensión durante 14 días más. En la segunda vuelta, si Dios lo permite, Erdogan ganará con una victoria aplastante".
Tras 20 años en el poder, Erdogan consiguió dar la vuelta a unas encuestas que le daban por perdedor, aventajando en más de dos millones y medio de votos al socialdemócrata Kiliçdaroglu. Los casi tres millones de votos que obtuvo el nacionalistaSinan Ogan en primera ronda se antojan por tanto vitales para ambos candidatos. Toca esperar. La decisión final, el 28 de mayo.