Kiev y Moscú se acusan mutuamente por este desastre humanitario, que desde la destrucción de la presa ha causado la muerte de al menos 27 personas a ambos lados del río Dniéper.
PUBLICIDADMás de una semana después de la voladura de la presa Kajovka en el sur de Ucrania, la ciudad de Jersón permanece parcialmente inundada. Y a medida que las aguas retroceden, la escala del desastre se vuelve cada vez más evidente. Rescatistas ucranianos como Yuri arriesgan sus vidas para salvar a los civiles atrapados.
Un desastre de enormes dimensiones
"El desastre es de enormes dimensiones, realmente. Está más allá de lo que pueda describir y contarles ahora. El agua aún no se ha retirado de todos los pueblos. No sabremos el alcance total del desastre hasta que haya retrocedido", explica Yuri Farina, rescatista del Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania.
Un trabajo contra reloj y bajo el fuego de artillería
Los equipos de rescate trabajan contra reloj y constatan la urgente necesidad de ayudar a quienes están en peligro.
"La plataforma de donación United 24 lanzó el jueves una licitación a gran escala para comprar los equipo necesarios para la localización y asistencia en operaciones de búsqueda y rescate en las áreas inundadas de Jersón. Podría tratarse de motobombas de agua, mangueras, equipos de rescate, chalecos y cuerdas. Ganchos, trajes de neopreno y equipos de buceo."
Pero el principal peligro para los equipos de rescate es el fuego de artillería ruso. Las evacuaciones de Jersón tienen lugar entre explosiones y proyectiles y los servicios de salvamento tratan de lidiar con los ataques aéreos.
Un muerto y 18 heridos en las evacuaciones de Jersón, según Kiev
"La principal dificultad son las llamadas al margen izquierdo, del río Dniéper y los puestos de tiro. El país terrorista está bombardeando a los civiles que intentan abandonar esos asentamientos, así como a nuestras unidades de rescate que intentan ayudar a todos los civiles a abandonar la orilla izquierda", explica el rescatista ucraniano, Yuri Farina.
Kiev y Moscú se acusan mutuamente
Kiev y Moscú se acusan mutuamente por este desastre humanitario, que desde la destrucción de la presa ha causado la muerte de al menos 27 personas a ambos lados del río Dniéper.