La alcaldesa de París Anne Hidalgo ha condenado enérgicamente la violencia desatada tras la muerte por disparos de la policía del joven Nahel el martes de la semana pasada. Las autoridades francesas aseguran controlar la situación tras seis noches de enorme violencia.
PUBLICIDADConcentraciones multitudinarias este lunes ante los ayuntamientos en toda Francia en solidaridad con el alcalde de L'Haÿ -les-Roses, al sur de París. Su casa fue atacada durante los disturbios de la madrugada del domingo. Entre los ediles presentes, el de Nanterre, la localidad del extrarradio en donde Nahel murió el martes por disparos policiales, suceso origen de las protestas.
Justicia para todos
"Esperamos que se haga justicia por Nahel y que se escuche y respete el llamamiento de la familia de Nahel, y en particular de su abuela, para que cesen la violencia y los daños", decía Patrick Jarry.
París también ha sido objeto de la violencia y pillaje que han acompañado las protestas, que han sido condenados enérgicamente por su alcaldesa Anne Hidalgo.
"Hemos condenado sin reservas la violencia y los ataques contra la propiedad y las personas, nada puede justificar la violencia".
Los comerciantes piden ayuda
Las principales organizaciones patronales del país han solicitado al Gobierno medidas de apoyo para los comerciantes y empresarios afectados. El ministro de Economía ha instado a las compañías aseguradoras a agilizar los trámites para pagar las indemnizaciones.
No solo las tiendas han sido objeto de la ira de los manifestantes. Ayuntamientos, comisarías, autobuses y vehículos particulares también han sufrido una destrucción multimillonaria. Miles de personas han sido arrestadas. Tras varias noches infernales, el Gobierno asegura controlar la situación.
La Fiscalía ha anunciado que la muerte de un bombero en Saint Denis no está relacionada con este brote de violencia.