Lo que sigue presente es el temor de los vecinos a una catástrofe que podría tener dimensiones gigantescas. Rusia ha negado las acusaciones ucranianas de haber colocado explosivos en el tejado de la central para simular un atentado, una azotea que está siendo vigilada por satélite permanentemente.
PUBLICIDADLa tensión disminuye en torno a la central nuclear de Zaporiyia, pero no el temor a una catástrofe que podría tener dimensiones gigantescas.
Rusia ha negado las acusaciones ucranianas de haber colocado explosivos en el tejado de la central para simular un atentado, una azotea que está siendo vigilada por numerosos satélites. Moscú insistió en la advertencia de que responderá con la máxima dureza a cualquier ataque ucraniano.
Mientras, en medio del cruce de acusaciones, la vida y el miedo continúan en los alrededores entre los vecinos.
Valery Golovan, policía:
"Creemos que todo es posible. No se puede bromear con ello. No sabemos qué esperar de esta gente que ha invadido nuestra tierra. Cualquier cosa puede pasar por sus mentes. Así que... sí, creemos que la amenaza es real".
Natalia Fedosh, evacuada de Energodar:
"Si volaran la central nuclear afectaría a Rusia, o a la mitad de Rusia, seguro, y a la mitad de Europa. Chernóbil no es nada comparado con nuestra central nuclear".
Oleksiy Arnautov, jefe del Centro Educativo de Protección Civil y Seguridad Vital de la región de Zaporiyia:
"En caso de una emergencia de este tipo, se activarán los planes de respuesta pertinentes, que ya se han preparado y probado. Por cierto, la semana pasada volvimos a probarlos. Las unidades del servicio participarán en la descontaminación de las personas y los equipos, que abandonen la zona contaminada".
Para Ucrania, el riesgo de atentado contra la central disminuye gradualmente.
Algunos medios occidentales se han referido a una conversación extraoficial entre Vladímir Putin y Xi Jinping, que habría servido para alejar cualquier posibilidad de utilizar la central como 'blanco de guerra'.