La imagen de una OTAN en expansión, con la próxima incorporación de Suecia, ha quedado en segundo plano por las diferencias en torno a Ucrania. Han aflorado de lleno en la primera jornada de la cumbre de la OTAN en Lituania.
La imagen de una OTAN en expansión, con la próxima incorporación de Suecia, ha quedado en segundo plano por las diferencias en torno a Ucrania. Han aflorado de lleno en la primera jornada de la cumbre de la OTAN en Lituania.
El país quiere unirse a la alianza lo antes posible, pero no ha conseguido una fecha fija de sus socios occidentales.
Intentando buscar una salida el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ofreció a Ucrania un compromiso de mayor apoyo militar y, cuando llegue el momento, y sin citar fecha, una especie proceso de adhesión acelerada que no ha convencido a Zelenski:"Hemos reafirmado que Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN y hemos acordado eliminar el requisito de un Plan de Acción para la Adhesión. De este modo, el proceso de adhesión de Ucrania pasaría de dos etapas a una sola. También dejamos claro que cursaremos una invitación para que Ucrania se incorpore a la OTAN cuando todo esté acordado y se cumplan las condiciones."
El presidente ucraniano, invitado especial a la cumbre, Volodímir Zelenski fue recibido masiva y calurosamente en las calles de Vilna donde se dirigió a la multitud. No quiso ocultar una amarga decepción por la morosidad y cautela de la oferta de la OTAN: "He venido aquí hoy, creyendo en la determinación, creyendo en los socios, creyendo en la OTAN fuerte. En la OTAN que no duda, no pierde el tiempo y no vuelve la cabeza hacia ningún agresor".
Sin duda en esta primera jornada Ucrania ha sido el problema más acuciante para los miembros en esta cumbre de la OTAN, no hay visos de lograr un acuerdo unánime como informa nuestra enviada especial a la capital lituana.