Azerbaiyán y Armenia buscan nuevamente la paz en la mesa de diálogo pero esta podría estar en manos de sus ciudadanos. Euronews visita la ciudad de Lachín donde sus habitantes siguen marcados por el conflicto armado por Nagorno Karabaj en 2020.
La ciudad de Lachín, en el oeste de Azerbaiyán, se siente como un vasto proyecto de construcción.
En todas partes se pueden ver los esfuerzos para borrar las cicatrices del último conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán.
Hace tres años, Rusia intermedió un acuerdo de alto el fuego que permitió a Azerbaiyán recuperar partes de Nagorno-Karabaj de Armenia. Esta zona es tan estratégica que poco después del acuerdo, Moscú envió sus tropas aquí para supervisar el trato y asegurar el alto el fuego entre los dos países.
Hoy en día, el llamado corredor de Lachín ya no pasa por aqu í y la mayoría de los soldados de Azerbaiyán se han reubicado. Pero la importancia de la ciudad es innegable.
Por ahora, el dolor incomprensible podría ser lo único que ambas partes tienen en común. Mientras continúan las negociaciones entre los líderes de Azerbaiyán y Armenia, el camino hacia una paz duradera tendrá que incluir al pueblo.
Parece que han sido dominados por las marcas indelebles que múltiples conflictos han dejado. Y eso requiere más que concreto y ladrillos para ocultarlo.