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Costes crecientes y nieve que se derrite: ¿Tienen futuro los Juegos Olímpicos de Invierno?

Niños representando a Cortina y Milán actúan durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, el domingo 20 de febrero de 2022, en Pekín.
Niños representando a Cortina y Milán actúan durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, el domingo 20 de febrero de 2022, en Pekín. Derechos de autor AP Photo/Jae C. Hong
Derechos de autor AP Photo/Jae C. Hong
Por Giulia Carbonaro
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

Un planeta cada vez más caluroso y el aumento de los costes amenazan el futuro de los Juegos de Invierno, ya que las ciudades anfitrionas luchan contra la falta de inversión... y de nieve.

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El 31 de julio venció el plazo para que las empresas presentaran su oferta para construir la nueva y costosa pista de bobsleigh de Italia para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.

Y no se presentó ni una sola empresa constructora.

SIMICO, la empresa italiana encargada de la gestión de todas las estructuras olímpicas, anunció desconcertada que ahora se verá obligada a buscar en el mercado empresas capaces de asumir el trabajo.

"No es especialmente sorprendente que nadie quiera construir una nueva pista de bobsleigh", declaró Madeleine Orr, ecologista deportiva del Instituto de Negocios Deportivos de la Universidad de Loughborough, en Londres, aludiendo a la polémica que ha suscitado el proyecto desde que se concedió a las ciudades de Milán y Cortina d'Ampezzo el honor -y la carga- de albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.

"Sé que los organizadores de los Juegos Olímpicos se han preocupado por cómo va a afectar el cambio climático a este evento", añadió.

En los dos últimos años, los esfuerzos que las ciudades han realizado para preparar la celebración de los Juegos también han sido criticados por la prensa italiana por considerarlos demasiado costosos e insostenibles desde el punto de vista medioambiental, y muchos han señalado que las estructuras construidas ad hoc para el acontecimiento no tendrán ninguna utilidad una vez finalizado éste.

Se calcula que la nueva pista de bobsleigh -que deberá construirse desde cero tras la demolición de la antigua- costará entre 93 y 120 millones de euros, según el presidente del Véneto, Luca Zaia. Su construcción deberá ser rápida, ya que la pista terminada, que también podrá utilizarse para las competiciones de skeleton y luge, deberá estar lista en diciembre de 2024 para la primera prueba de ensayo previa a los Juegos Olímpicos.

AP Photo/Luca Bruno
Un hombre observa la construcción de la Villa Olímpica en la antigua estación de ferrocarril de Porta Romana, en Milán, Italia, el 1 de marzo de 2023.AP Photo/Luca Bruno

El rostro cambiante de los Juegos Olímpicos de Invierno

Tanto los Juegos Olímpicos de Invierno como los de Verano se enfrentan a algunos de los mismos problemas en lo que respecta al cambio climático, explicó Orr a Euronews, "donde aumentan los patrones meteorológicos extraños, que se están convirtiendo en la nueva normalidad".

"Antes se podía esperar a que el invierno fuera frío y el verano caluroso", añadió Orr. "Ahora estamos viendo inviernos cálidos y veranos aún más calurosos, y está llegando un punto en el que en muchos casos se está volviendo inseguro competir en esas condiciones", incidió.

En el caso de los deportes de invierno, el impacto del cambio climático es aún más dramático. "La mayoría de las pistas, todas menos una en St. Moritz, está hechas por el hombre y utilizan hielo y nieve artificiales, por lo que se apoyan en sistemas de energía que pueden hacer un buen trabajo manteniéndolas relativamente frías. Pero incluso con toda la tecnología, si hace mucho calor, será todo un reto", precisó.

La mayoría de las recientes sedes de los Juegos Olímpicos de Invierno han contado con nieve artificial, un recurso muy común que se utiliza normalmente en casi todas las estaciones de esquí del mundo, según explicó a Euronews Walker Ross, profesor de Gestión Deportiva y Marketing Digital de la Universidad de Edimburgo.

"Cada estación de esquí a la que vas tiene nieve artificial adicional, ya que están tratando de permanecer abiertas durante el tiempo que sea rentable, es una práctica muy común", dijo. "Pero en Pekín [sede de los últimos Juegos Olímpicos de Invierno], cada copo de nieve era artificial. Y espero que esa no sea la tendencia en el futuro", agregó.

AP Photo/Robert F. Bukaty, File
Wendy Holdener, de Suiza, pasa una puerta durante el eslalon combinado femenino en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, el 17 de febrero de 2022.AP Photo/Robert F. Bukaty, File

Pero esa podría ser, de hecho, una posible solución, sobre todo teniendo en cuenta a que se espera que el número de ciudades que pueden albergar unos Juegos Olímpicos de Invierno disminuya drásticamente en un futuro próximo.

Daniel Scott, profesor de geografía de la Universidad de Waterloo (Canadá), dirigió un estudio en 2022 según el cual, si no reducimos las emisiones de forma significativa, a finales de siglo sólo una de las 21 ciudades que fueron sede de los Juegos Olímpicos de Invierno podría tener las temperaturas ideales para celebrarlos.

"Si tenemos en cuenta las previsiones de aumento de la temperatura media mundial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, veremos que hasta la mitad de las ciudades que acogieron los Juegos Olímpicos de Invierno en el pasado ya no podrán albergarlos en el futuro", afirmó Ross.

Estas comunidades no tendrán las temperaturas necesarias para albergar este tipo de deportes, subrayó Ross, aunque eso no les impedirá seguir haciéndolo, siempre y cuando dependan de la nieve artificial.

Dmitri Lovetsky/AP
El equipo de Alemania compuesto por 4 hombres celebra la plata en los Juegos Olímpicos de Invierno, el 20 de febrero de 2022, en el distrito de Yanqing de Beijing.Dmitri Lovetsky/AP

El legado perdido de los Juegos

Los países siempre han acogido los Juegos Olímpicos -de invierno o de verano- por los evidentes beneficios que tradicionalmente reportan, como el impulso del turismo, el entusiasmo generalizado por el deporte y la oportunidad de construir infraestructuras clave que se utilizarán durante décadas.

Puede que eso ya no ocurra en el futuro, como temen los críticos de Milán y Cortina d'Ampezza.

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"Lo que estemos construyendo ahora o hayamos construido podría no ser utilizable en el futuro", dijo Ross. "Si nos desvivimos por construir un gigantesco complejo de deportes de invierno, puede que no sea viable desde el punto de vista climático en el futuro. Si nuestro planeta se calienta 1,5C o 3C en el futuro, esa infraestructura, ese legado, esa buena voluntad se perderán a largo plazo, porque quizá no podamos disfrutar de ese deporte".

En lugares como Río de Janeiro, dijo Ross, las instalaciones deportivas se construyeron en regiones bajas que se espera que se inunden de vez en cuando, y se espera que estos eventos sean más frecuentes en el futuro.

"Sea lo que sea lo que pensábamos que estábamos haciendo al construir los Juegos Olímpicos ahora, pensando que dentro de 50 años todavía podremos recordar estos grandes momentos que pasamos en nuestra ciudad porque todavía podremos hacer X, Y y Z... eso podría no ser posible si el escenario no cambia".

Robert F. Bukaty/AP
Clement Noel, de Francia, pasa una puerta durante la primera carrera del eslalon masculino en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, miércoles, el 16 de febrero de 2022.Robert F. Bukaty/AP

Arrojar dinero al problema

El aumento de los costes y el devastador impacto de la crisis climática son problemas que han demostrado ser capaces de hacer o deshacer megaeventos deportivos.

El estado australiano de Victoria renunció recientemente a organizar los Juegos de la Commonwealth en 2026, alegando que el coste era demasiado elevado, lo que deja el futuro de la competición en el limbo. Para colmo de males, la provincia canadiense de Alberta canceló su candidatura para albergar los Juegos de la Commonwealth de 2030, aludiendo a sus crecientes costes.

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El coste estimado de la organización de los juegos, de 2.700 millones de dólares canadienses (más de 1.800 millones de euros), era una carga "demasiado alta para que la provincia la asumiera", declaró el Ministro de Turismo y Deporte, Joseph Schow. La decisión deja a los Juegos de la Commonwealth sin sede clara para 2030.

Arabia Saudí, uno de los países más ricos del mundo con un inquietante historial de violaciones de los derechos humanos, se ha asegurado algunos de los mayores acontecimientos deportivos del planeta en los próximos años, ya que es sencillamente uno de los pocos anfitriones dispuestos que pueden contar con unos bolsillos considerablemente grandes.

En 2029, el país albergará los Juegos Asiáticos de Invierno, a pesar de que la nieve es poco frecuente en Arabia Saudí.

"El número de comunidades que tienen la capacidad de albergar estos eventos y cuentan con el clima necesario para ello se está reduciendo con bastante rapidez", afirmó Ross. "Como estas comunidades carecen del clima necesario para albergar este acontecimiento, es posible que empiecen a recurrir a cualquiera que esté dispuesto a darles el dinero para organizarlo", añadió.

Orr cree que, en el caso de los Juegos de Invierno, "va a haber que dar un pequeño paso atrás respecto al gran acontecimiento, al gran espectáculo, porque muchos de los lugares que tienen un clima que puede acoger esto no tienen necesariamente la infraestructura turística suficiente para albergar algo de ese calibre".

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"Si podemos cambiar un poco la mentalidad sobre cómo son los Juegos Olímpicos de Invierno, y convertirlos en un acontecimiento algo más pequeño, de repente sería una opción acogerlos en ciudades turísticas mucho más pequeñas", afirmó Orr.

Pero reducir o recortar estos eventos podría ser lo que no desea el COI, añadió Ross, tanto por los beneficios como por el bien de ampliar el acceso a los deportes. "Me preocupa el tipo de futuro que tendrán los Juegos Olímpicos si se convierten en una mera cuestión de quién tiene el dinero para solucionar este problema, en lugar de preguntarnos cómo replantearnos radicalmente cómo son estos eventos y dónde se celebran".

Gregory Bull/AP
Matej Svancer de Austria compite durante las finales de slopestyle masculino en los Juegos Olímpicos de Invierno, el 16 de febrero de 2022, en Zhangjiakou, China.Gregory Bull/AP

¿Cuál será el futuro de los Juegos Olímpicos de Invierno?

Todavía no se ha designado ninguna sede para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, aunque el COI afirmó que Salt Lake City, Barcelona y Sapporo están en la carrera.

Pero puede que no haya tantas opciones en el futuro. El organismo señaló que está considerando la posibilidad de rotar los Juegos Olímpicos de Invierno entre un grupo aprobado de sedes climáticamente fiables, ya que las ciudades podrían tener que cumplir nuevos criterios de temperatura a medida que el impacto de la crisis climática siga agravándose.

El COI está sopesando actualmente una propuesta que exigiría a las ciudades anfitrionas haber tenido una temperatura mínima media inferior a 0C para las sedes de las competiciones de nieve durante un periodo de 10 años antes de la celebración de los Juegos.

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Otra solución que está estudiando el organismo es la opción de conceder los Juegos de 2030 y 2034 a la misma ciudad, pero aún no se ha tomado ninguna decisión concreta.

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