Orbán invitó a 15 líderes de los países balcánicos y Asia a la fiesta nacional de hungría, el 20 de agosto, con motivo del Campeonato Mundial de Atletismo, para estrechar lazos en materia energética y económica.
PUBLICIDAD**El deporte siempre se ha utilizado como instrumento diplomático.**El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, invitó a 15 líderes de los Balcanes y Asia a la fiesta nacional del país, el 20 de agosto, con motivo del Campeonato Mundial de Atletismo.
A las celebraciones en Budapest asistieron, entre otros, los presidentes de Serbia, Turquía, Azerbaiyán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán y el Emir de Qatar.
La reunión entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, fue a puerta cerrada. El ministeo de Exteriores del país, Péter Szijjártó, aseguró que las conversaciones trataron sobre la cooperación energética entre los dos países y la ratificación del ingreso de Suecia a la OTAN.
El editor en jefe de Türkinfo, el economista Tarik Demirkan, asegura que Hungría es un puente para Turquía hacia la economía de la UE: "Es muy importante que Turquía repare sus relaciones con Occidente. Turquía tiene una muy buena relación con Rusia, China y Oriente Medio, pero su comercio exterior y su comercio en general está sesgado hacia Occidente".
Como dijo a la prensa el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, el enfoque principal del primer ministro Orban estaba en asegurar el abastecimiento energético de Hungría. Estuvo de acuerdo con el presidente serbio, Aleksandr Vucic, en que si Ucrania rescinde el contrato de tránsito de gas con Rusia, el flujo de gas desde Serbia podría aumentar.
Queda claro que la invitación del jefe de Estado turco y los líderes de los Balcanes y Asia al día nacional refleja la ambición de Orbán de mejorar la cooperación económica y política con la región.