Kiev informa por su parte del ataque con drones a una base aérea rusa en Crimea, causando "graves daños".
Al menos tres personas murieron en Jersón y dos docenas resultaron heridas tras los nuevos bombardeos rusos sobre varias ciudades de Ucrania. Entre ellas está una vez más Kiev, donde quedó cortado el suministro de agua y gas.
Al sur de la capital, en Cherkasy, fue alcanzado un hotel, dejando 10 heridos, dos de ellos de gravedad.
En Nueva York, en el Consejo de Seguridad de la ONU, las acciones de Moscú eran el tema obligado de debate.
"Ucrania es la escena de un crimen y el criminal está sentado en esta misma sala", condenaba sin tapujos el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. "Ustedes saben quiénes son. El Kremlin sueña con restaurar el antiguo imperio ruso. Después de Ucrania, ¿quién será el siguiente? ¿Quién será el siguiente en cumplir la fantasía del pasado de Putin?".
Nuevo ataque con drones en Crimea
Las imágenes que llegan desde Jersón hablan por sí solas. Al margen de los fallecidos, los daños son considerables en algunas zonas residenciales, con al menos siete incendios registrados.
Ucrania informó igualmente del lanzamiento de más de 40 misiles rusos, 36 de los cuales habrían sido detenidos.
Y en Crimea también se suceden los ataques, en este caso ucranianos. Kiev informó del ataque a la base área rusa de Saki, habiendo causado "graves daños" materiales. En el momento del ataque había en el lugar al menos 12 aviones de combate de las fuerzas rusas.
Según las fuentes, fueron cerca de 20 los drones encargados de este nuevo ataque ucraniano a la península anexionada por Moscú. El Ministerio de Defensa de Rusia asegura haber derribado 19 de ellos.