Un niño de 10 años ha muerto esta mañana en la ciudad nororiental de Járkov, cerca de la frontera rusa, en un ataque con misiles de alta precisión Iskander que también ha dejado al menos 23 heridos.
Continúa el conteo de víctimas civiles en la guerra de Ucrania. Un niño de 10 años ha muerto esta mañana en la ciudad nororiental de Járkov, cerca de la frontera rusa, en un ataque que también ha dejado al menos 23 heridos.
Estas imágenes muestran un enorme cráter en la calle, coches destrozados y muchos escombros.
El presidente Zelenski condenó el ataque y envió sus condolencias a la familia del niño fallecido. También agradeció a los servicios de rescate y a los soldados ucranianos que protegen a la población civil de la agresión rusa.
Muchos ucranianos interpretan estas acciones como un castigo a los ucraninos por el apoyo que su país está cosechando en la escena europea.