Ucrania afirmó que cerca de 900 soldados rusos murieron o resultaron heridos en el frente de Avdiivka, justo cuando Rusia intenta reanudar sus avances en la zona.
Rusia se desangra en Avdiivka. Al menos eso es lo que afirma el Ejército ucraniano, cuyo jefe del Estado Mayor, Valeri Zaluzhni, visitó la línea del frente en plena ofensiva de las tropas rusas para rodear la ciudad.
Según el informe de guerra ucraniano, unos novecientos soldados rusos murieron o resultaron heridos allí el jueves, 50 tanques fueron destruidos o dañados, así como un centenar de vehículos blindados.
La actividad es particularmente intensa en el eje del frente de Kúpiansk, en la provincia de Járkov del noreste de Ucrania, donde Ucrania dice haber repelido durante la pasada jornada una treintena de ataques rusos.
"Todos los días ellos (el ejército ruso) tienen pérdidas. Porque se les dijo que tomaran una posición y no se retiraran, y no se retiran. Tienen muchas bajas. No las he contado, pero tienen pérdidas todos los días", aseguró un soldado del ejército ucraniano.
Rusia intenta recuperar la iniciativa en la guerra ante la falta de avances sustanciales en la contraofensiva ucraniana en Zaporiyia y Bajmut. En este contexto, ha tenido lugar la visita del presidente ruso al cuartel general del Ejército en Rostov del Don, cerca de la frontera con Ucrania.
Putin se ha reunido con el jefe del Estado Mayor del Ejército para conocer de primera mano los avances de lo que sigue denominando "operación militar especial" en Ucrania.