En Francia ya se han registrado más de 800 casos. El Ministerio de Interior señalará a aquellas páginas web que inciten al odio a los judíos o a Israel.
PUBLICIDADHasta 60 estrellas de David azules aparecieron este miércoles en determinados edificios de París, en un claro ejemplo del aumento del antisemitismo en toda Francia desde que se iniciara una nueva guerra entre Israel y Hamás.
Desde el 7 de octubre se han registrado más de 800 actos de antisemitismo en el país Europeo.
Desde el Elíseo se muestran alarmados, y el propio ministro del Interior, Gérald Darmanin, ya ha amenazado con "señalar y avergonzar" a los sitios web que enaltezcan el terrorismo y llamen al odio a los judíos o a Israel.
"Obviamente, esto es absolutamente inaceptable", dijo ante la prensa el ministro. "Así que estamos dando a estas plataformas unas horas más para responder a las peticiones de la policía de eliminar el contenido e identificar a los autores".
De Estados Unidos a España
En Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul ha anunciado medidas para proteger a los estudiantes en los campus universitarios y en sus comunidades, tras un aumento igualmente preocupante de los delitos antisemitas.
"Permítanme reiterar con las palabras más enérgicas que todos y cada uno de los neoyorquinos tienen derecho a sentirse seguros y a estar seguros en su vida cotidiana. Y no debemos aceptar nada menos", comunicó a través de un mensaje televisado Kathy Hochul.
En España, la Federación de Comunidades Judías ha mostrado su preocupación por el aumento de mensajes que estigmatizan al pueblo judío en su conjunto y que aparecen, de forma masiva, en las redes sociales.
"¿Que si estamos preocupados? Muchísimo", confirmaba el presidente de la federación, Isaac Benzaquén. "Lo que ha pasado en los primeros ocho o nueve días del conflicto hacía años que no pasaba en nuestro país".
La guerra entre Israel y los militantes de Hamás es, para ambos bandos, la más mortífera de las cinco guerras de Gaza. Ha provocado protestas en todo el mundo y un aumento de los delitos motivados por el odio que los Gobiernos se apresuran a condenar.