El jefe de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos, Philippe Lazzari, asegura en Rafah que nunca había visto una situación tan desesperada como la de los refugiados de Gaza.
Los ataques israelíes en Yabalia pueden constituir crímenes de guerra.
Así lo ha advertido el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que considera los ataques contra el campo de refugiados "desproporcionados".
Hamás afirma que 195 personas han muerto en los dos bombardeos israelíes contra Yabalia. Israel buscaba matar —con éxito— al segundo comandante de Hamás.
Dentro del horror, una pequeña buena noticia. El paso fronterizo de Rafah quedó abierto momentáneamente. Múltiples ambulancias trasladaron por aquí a los heridos a hospitales de campaña egipcios.
Familias enteras se apresuraron a atravesar el paso, fuertemente fortificado. Egipto admitió, al menos, a 335 titulares de pasaportes extranjeros y a 76 de los heridos y enfermos más graves.
"Nunca vi algo parecido"
Pero para la mayoría de los que pueden irse, la situación sigue siendo desesperada, como pudo comprobar el propio jefe de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, que reconoce no haber visto jamás algo parecido.
"Me impactó el hecho de que todo el mundo allí pedía comida, pedía agua. Vimos a casi todos los niños intentando expresar que necesitaban comer, que necesitaban agua. Nunca había visto algo parecido en Gaza cuando vine antes, después del conflicto".
Las fuerzas israelíes, mientras tanto, avanzan por Gaza, que desde el pasado 7 de octubre ha sido bombardeada sin tregua en represalia por el salvaje ataque de Hamás. 1400 personas fueron asesinadas y más de 230 fueron tomadas como rehenes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya lo advirtió: será una guerra larga y difícil.