Donald Tusk, líder de la principal formación política de la oposición, y candidato que propondrán para formar Gobierno, se declaró dispuesto a asumir esa responsabilidad "inmediatamente".
Los representantes de la oposición polaca que aspiran a formar el próximo Gobierno ratificaron este viernes en Varsovia su alianza y prometieron revertir la política conservadora del Ejecutivo en funciones.
Los líderes de los partidos que conforman la coalición y que en conjunto obtuvieron la mayoría absoluta en las últimas elecciones, presentaron en una rueda de prensa en el Parlamento polaco un acuerdo que calificaron de histórico y compararon con el momento de la reunificación del país en 1918, "cuando Polonia estaba dividida y renació".
Donald Tusk, líder de la principal formación política de la oposición, y candidato que propondrán para formar Gobierno, se declaró dispuesto a asumir esa responsabilidad "inmediatamente", a pesar de que el presidente Andrzej Duda ha encomendado a su rival Mateusz Morawiecki, del ultraconservador Ley y Justicia, la creación del nuevo Ejecutivo.
Previsiblemente, y dado que Ley y Justicia se muestra incapaz de conseguir apoyos que le otorguen la mayoría necesaria, Tusk encabezará un Gobierno de coalición formado por más de una decena de formaciones de casi todo el espectro político y que deberá alcanzar compromisos en temas, como el aborto, en los que mantienen desacuerdos.
Una muestra del esfuerzo que requerirá mantener la cohesión en ese Gobierno es que Adrian Zamberg, líder de la progresista formación "Juntos", anunció que firmará el acuerdo de alianza, pero declinó integrarse en un Gobierno que "no se identificará con nuestras demandas".
Aunque el texto completo del acuerdo aún no se ha hecho público, la prensa polaca lo ha difundido y expone, entre sus puntos más destacables, la voluntad de "fortalecer la posición de Polonia en la Unión Europea y la Alianza Atlántica (OTAN)", así como "restaurar el orden jurídico, deteriorado por las acciones de nuestros antecesores".
Además, en el documento se confirma la anulación de la sentencia del Tribunal Constitucional polaco de 2020, que restringió el derecho al aborto hasta convertir en ilegal el 99 % de los casos y el apoyo a procedimientos de fecundación in vitro.
Asimismo, se anuncia la modificación del Código Penal para convertir en delito los discursos de odio contra la orientación sexual y las expresiones de género.