Las autoridades finlandesas ya cerraron siete de sus ocho puestos de control a lo largo de su extensa frontera con Rusia este mes de noviembre, tras el aumento de llegadas de inmigrantes procedentes de Oriente Próximo y África.
Finlandia cerrará la última frontera por carretera que le queda con Rusia, debido a la preocupación por la migración, señaló el primer ministro Petteri Orpo, quien acusó a Moscú de socavar la seguridad nacional de Finlandia. Las autoridades finlandesas ya cerraron siete de sus ocho puestos de control a lo largo de su extensa frontera con Rusia este mes de noviembre, tras el aumento de llegadas de inmigrantes procedentes de Oriente Próximo y África. El Ejecutivo del país nórdico acusa a Moscú de empujar a los inmigrantes hacia la frontera finlandesa.
"El Gobierno ha decidido cerrar toda la frontera oriental", declaró Orpo a la prensa, afirmando que el país se enfrenta a una situación excepcional. "No aceptamos ningún intento de socavar nuestra seguridad nacional", añadió.
Las autoridades finlandesas afirman que unos 900 inmigrantes han cruzado la frontera desde Rusia este mes, una cifra significativamente superior a la normal. Así, han acusado a Rusia de intentar crear una crisis migratoria en Finlandia tras la entrada de la nación noreuropea en la OTAN este año. La ministra del Interior, Mari Rantanen, declaró que el último paso fronterizo para el tráfico de vehículos que permanece abierto, Raja-Jooseppi, en el norte ártico de Finlandia, cerrará a medianoche del miércoles. Un paso ferroviario entre ambos países sigue abierto, pero solamente para el tráfico de mercancías. El paso fronterizo de Raja-Jooseppi permanecerá cerrado hasta el 13 de diciembre de 2023.