"El Gobierno está dispuesto a sacrificar los derechos de los ciudadanos británicos que se enamoran más allá de sus fronteras", declaró a Euronews un defensor de los derechos humanos.
PUBLICIDAD"Todo esto me ha enfadado muchísimo", dijo Katharine Ward. "Son las cosas más privadas de la vida de las personas: A quién amas, dónde vives... Entonces aparece un anuncio del gobierno que te quita todas esas cosas de tu control", prosigue.
"No hay absolutamente ninguna justificación para ello", subraya.
Como decenas de miles de británicos de todo el país, Katherine se ha visto afectada por las nuevas normas sobre visados familiares anunciadas por el Gobierno el pasado lunes.
A partir de abril de 2024, los ciudadanos británicos o las personas ya establecidas en el Reino Unido tendrán que demostrar que ganan 38.700 libras (45.233 euros) para que su pareja extranjera pueda vivir aquí con ellos.
Sólo el 27% de la población gana esa cantidad o más, según cifras de HM Revenue and Customs.
Katharine y su pareja de Jordania viven juntos en Londres. Vinieron a raíz de la pandemia de COVID para estar más cerca de los padres de Katharine, pero ahora ella teme que sus ingresos entre los dos no alcancen el umbral. Además las cosas, el trabajo de ella está en peligro y la pareja se enfrenta a la sombría perspectiva de separarse o de regresar ambos a Jordania.
Se siente afortunada de que no tengan hijos.
"Es una enorme fuente de estrés", declaró a Euronews, detallando cómo la noticia de los cambios le había hecho romper a llorar y ser incapaz de concentrarse, con la mente pensando "desesperadamente" en cómo hacer que las cosas funcionaran.
"No puedo imaginarme lo que sería pasar meses esperando a ver si estos enormes cambios en tu vida se van a producir o no".
Para su pareja, que según ella hizo grandes sacrificios para estar juntos en Reino Unido, las nuevas normas supusieron un duro golpe que afectó a cómo se sentía en el país.
"Los políticos siguen enviando el mensaje de que si estás aquí como inmigrante, no eres bienvenido, eres un lastre para la sociedad. Aunque eso no es cierto, creo que cala".
El Gobierno conservador del Reino Unido anunció el polémico cambio como parte de un paquete más amplio de medidas destinadas a reducir la migración, que alcanzó máximos históricos en los últimos años. Los ministros afirman que así las familias podrán mantenerse a sí mismas.
Ante la perspectiva de que las familias más pobres se vean obligadas a exiliarse o a separarse de sus hijos y seres queridos, Katharine afirmó que la política iba en contra del supuesto apoyo de la derecha a los valores tradicionales, como el matrimonio y la familia.
Los observadores han comentado que las normas suponen una prohibición de facto de que los británicos se casen con extranjeros, ya que el 73% de la población no puede alcanzar el umbral de ingresos.
Según OpenDemocracy, el Ejecutivo ha ignorado las recomendaciones de su propio Comité Asesor sobre Migración, que recomendaba rebajar el requisito de ingresos mínimos, y ha pasado por alto los beneficios que los inmigrantes aportan al Reino Unido.
Otros señalan que el nuevo umbral de ingresos de 38.700 libras -frente a las 18.600 libras- significa que casarse con un ciudadano no británico ahora sólo es posible para las personas con altos ingresos.
"¿Por qué el derecho a enamorarte y construir una vida con quien tú elijas depende de cuánto ganas?", dijo Josephine Whitaker-Yilmaz, directora de Política y Asuntos Públicos de Praxis, un grupo británico por los derechos de los inmigrantes.
"Eso es fundamentalmente erróneo", indica.
PUBLICIDADSegún la Oficina de Estadísticas Nacionales, la mediana de los ingresos brutos anuales de los empleados a tiempo completo en el Reino Unido era de 34.963 libras (40.867 euros) en abril de 2023.
El Gobierno espera que el cambio de los visados familiares reduzca el número de inmigrantes en 10.000 personas al año. Los visados familiares supusieron una migración de 39.000 personas en los 12 meses anteriores a junio de 2023.
Whitaker-Yilmaz afirmó que esta política muestra un "desprecio cruel" por la vida de las personas y que podría tener efectos "enormemente perjudiciales" en la salud mental de los afectados, especialmente de los niños separados de sus padres.
Al mismo tiempo, podría empujar a las personas a convertirse en migrantes indocumentados, si quieren permanecer con su familia, pero no pueden renovar sus visados.
"El Gobierno está dispuesto a sacrificar los derechos de los ciudadanos británicos que se enamoran a través de las fronteras en aras de reducir la migración neta", afirmó.
PUBLICIDADEs posible que los cambios sean impugnados jurídicamente, ya que podrían contravenir el derecho a la familia recogido en la Ley de Derechos Humanos de 1998 y en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Whitaker-Yilmaz afirmó que los cambios afectarán de forma desproporcionada a las mujeres y a los jóvenes, que suelen ganar salarios más bajos, y se mostró preocupada por lo que les pueda ocurrir a los afectados en las próximas semanas y meses.
"Estas decisiones políticas que ha tomado el Gobierno tienen consecuencias absolutamente fundamentales para la vida de las personas. Lo que estamos escuchando es un verdadero sentimiento de impotencia ante el gobierno, pero también de auténtica rabia", concluye.