Los precios de los platos volverán a subir en enero tras el aumento del IVA para restaurantes del 7 % al 19 %. Muchos establecimientos se verán obligados a trasladar las subidas de precios a la clientela en el mes de enero.
PUBLICIDADUnos 12.000 restaurantes alemanes corren peligro tras la subida del IVA alimentario. Los precios de los platos volverán a subir en enero tras el aumento del IVA para restaurantes del 7 % al 19 %. El Gobierno recortó el impuesto hace tres años en respuesta a la crisis de COVID-19, y muchos restaurantes aún se resienten de los efectos de la pandemia.
"Esto es una catástrofe para nuestro sector, para muchos negocios. Según una encuesta de DEHOGA, unas 12.000 empresas no sobrevivirán. Abandonarán, o se declararán insolventes", declara la directora general de DEHOGA (Asociación de Hoteles y Restaurantes de Alemania), Ingrid Hartge.
Alemania se convertirá en uno de los países más caros de Europa por el IVA para alimentación, y muchos restaurantes se verán obligados a trasladar las subidas de precios a la clientela en el mes de enero.
"Se incorpora el impuesto sobre el valor añadido. Se incorpora el salario mínimo, se incorpora el aumento de los alquileres... Porque ya no funcionará de otra manera. Entonces, también surge la pregunta: ¿quién puede seguir pagándolo?", afirma la patrona Sylvia Falkner.
Este es el golpe definitivo, tanto para los restaurantes como para los clientes que sobrevivieron a los cierres provocados por la COVID-19, y al aumento de los costes energéticos, provocado por la guerra en Ucrania.
"Cocinar en casa, solamente, no es una opción. Ir a un restaurante, estar entre gente, resulta más agradable. Por eso, yo me quedaría con esta opción", señala Tilo Baumert, director técnico y cliente habitual de restaurantes.
Probablemente, algunos clásicos culinarios como el Schnitzel y la Currywurst verán incrementado su precio en 2 euros por plato. Esto es algo que mucha gente quizá no pueda permitirse.
"A raíz de la COVID-19, en medio de la inflación... simplemente, no podemos manejar todo esto solos. Por desgracia, el canciller alemán no cumplió su palabra, y es triste que se disponga de fondos aparentemente infinitos para las guerras, pero los trabajadores tienen que escrutar cada céntimo, cada vez más", indica Philipp Satzer, propietario del restaurante Alt-Berliner Gasthaus Julchen Hoppe.
"No subiremos nuestro IVA, ya que nos calificamos como restaurante de comida para llevar, por lo que solamente cobramos el 7 % en platos como la 'Currywurst', y las patatas fritas. Sin embargo, nos enfrentamos a un aumento de los costes salariales, energéticos y de aprovisionamiento. Aunque nuestro objetivo es evitar subidas de precios, no sabemos cuánto tiempo podremos mantener esta posición, dados los retos económicos", explica Heidi Karasch, representante de los puestos de 'Currywurst ecológica' de Witty's.
"Los restauradores alemanes están enfadados con el Gobierno por incumplir su promesa de mantener el impuesto reducido al 7 %. El aumento solamente afecta a los restaurantes que sirven su comida en vajilla tradicional y no a las empresas de comida para llevar, o de reparto. La pregunta sigue siendo: en Año Nuevo, ¿seguirá la gente comiendo fuera, o lo verá como un lujo que ya no puede permitirse?", concluyeLiv Stroud, corresponsal de Euronews en Berlín.