Se estrena la libre circulación en Serbia para los vehículos con matrícula de Kósovo

PUBLICIDAD

A partir de este lunes 1 de enero, los vehículos con matrícula de Kósovo pueden circular libremente en Serbia. Una medida allana el camino para poner fin a una larga disputa sobre esta cuestión. Con la declaración de la independencia kosovar de Serbia en 2008, un paso que Belgrado junto con sus aliados Rusia y China se niegan a reconocer, las matrículas de los vehículos se convirtieron en un tema candente por la exhibición de símbolos nacionales a los que se oponen unos y otros.

Hasta ahora, los vehículos de Kósovo o Serbia solamente podían cruzar la frontera si colocaban pegatinas para ocultar sus respectivos símbolos nacionales. En todos los pasos administrativos, el Ministerio del Interior de Serbia, ha comunicado que permitir la entrada en la República de Serbia, de vehículos con matrículas kosovares, identificadas con las letras RKS, no significa el reconocimiento de la condición de Estado de Kósovo.

"El primer ministro de Kósovo, Albin Kurti, ha declarado que, personalmente, siempre ha abogado por la reciprocidad entre, según él, los dos países, pero que el Gobierno de Kósovo tomará su decisión de suprimir las pegatinas para las matrículas serbias solamente cuando esté convencido de que la República de Serbia respeta su decisión, que es válida a partir de hoy", señala Andjelka Ćup, periodista de Euronews Serbia.

Además, a partir de ahora los residentes de Kósovo pueden viajar a países de la Unión Europea sin visado Schengen obligatorio por espacio de hasta 90 días en cualquier período de seis meses.

Esto forma parte del acuerdo entre la UE y Kósovo, cuyo objetivo es suavizar las restricciones de viaje de los kosovares a los países del bloque comunitario. Según la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, en 2018 Kósovo cumplía con todos los criterios necesarios para el régimen de exención de visados, incluida la gestión de fronteras y migración. Sin embargo, la aprobación se ha visto frenada por Francia y los Países Bajos, naciones preocupadas por la posibilidad de nuevas oleadas migratorias, así como por otros cinco miembros de la UE: Chipre, Grecia, Rumanía, Eslovaquia y España. Antes de que la Unión Europea suprimiese el régimen de visados con Kósovo, sus titulares solamente podían viajar sin visado a 14 países de todo el mundo.