Arévalo de León se sitúa al frente del Gobierno guatemalteco tras ganar, con un cómodo margen, las elecciones celebradas en agosto en el país centroamericano. A pesar de la diferencia de votos a su favor, nada ha sido sencillo para él desde entonces.
Bernardo Arévalo de León jura su cargo como nuevo presidente de Guatemala. Una función a la que ha accedido, a pesar de meses de esfuerzos por hacer fracasar su investidura, que incluyeron dilaciones y crecientes tensiones hasta el traspaso de poderes.
Arévalo de León se sitúa al frente del Gobierno guatemalteco tras ganar, con un cómodo margen, las elecciones celebradas en agosto en el país centroamericano. A pesar de la diferencia de votos a su favor, nada ha sido sencillo para él desde entonces, ya que la fiscal general, Consuelo Porras, y las fuerzas del poder que, según los observadores, ella representa, han promovido continuos desafíos legales contra Arévalo y su formación política.
A pesar de que cientos de partidarios de Arévalo presionaron a los legisladores para que se ajustaran a la Constitución, e incluso se enfrentaron a la policía antidisturbios en las calles, el proceso de investidura se dilató varias horas, hasta completarse en torno a la medianoche de este domingo, horario local en Guatemala.