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Algas de laboratorio en Rumanía para restaurar el ecosistema submarino en el mar Negro

Un grupo científico replanta algas en peligro de extinción, cultivadas en laboratorio, en la costa rumana del mar Negro
Un grupo científico replanta algas en peligro de extinción, cultivadas en laboratorio, en la costa rumana del mar Negro Derechos de autor Euronews
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Un grupo científico en Rumanía está replantando un alga en peligro de extinción con cultivos de laboratorio. La iniciativa espera contribuir a restaurar el ecosistema marino en la costa rumana del mar Negro.

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Un grupo de científicos replantauna especie de alga en peligro de extinción en el mar Negro, donde su presencia resulta esencial para la vida marina.

Las algas, cultivadas por biólogos en un laboratorio, ayudarán a repoblar el ecosistema, que se ha visto degradadopor la sedimentación de arena en las playas en torno a los centros turísticos costeros.

La 'cystoseira barbata' es un alga crucial para el desarrollo de la vida submarina. Hace más de medio siglo, abundaba en las aguas del mar Negro, pero en la década de 1970 una gran helada destruyó enormes extensiones de praderas submarinas. La expansión de las playas amenazaba lo que quedaba de ellas, por lo que los especialistas decidieron cultivar las algas en los laboratorios de biología de la Academia Rumana. Todo el proceso duró dos años.

Mirela Moldoveanu, del Instituto de Biología en Bucarest, explica que decidieron "multiplicar el alga mediante métodos experimentales, es decir, en algunos acuarios; pero también mediante multiplicación 'in vitro', obteniendo muchos individuos con técnicas de laboratorio".

Hasta ahora se han introducido plántulas (planta incipiente, al poco tiempo de brotar la semilla) en Constanza y Agigea, en una superficie de unos 300 metros cuadrados, sobre grietas entre las rocas o en fosas naturales. Los científicos esperan que el vivero ayude a sobrevivir a algunas especies de peces y crustáceos.  Adrián Bilba, biólogo marino, señala que las algas suponen además "un indicador de salud del agua del mar y de contaminación, porque solo aparecen cuando el agua está limpia".

Si las condiciones meteorológicas son propicias, los próximos lotes se plantarán en Constanza y Agigea antes de abril y, dependiendo de su ritmo de crecimiento, las plántulas serán replantadas a lo largo de la costa de Rumanía. De momento, los especialistas se muestran optimistas sobre la posibilidad de que estas algas ayuden a restaurar todo el ecosistema.

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