Continúan las protestas contra Alternativa por Alemania en todo el país. En el origen de estas protestas contra la extrema derecha está la difusión de un plan de “reemigración” forzada de millones de extranjeros o alemanes de origen extranjero presentado durante una reunión de ultras en Postdam.
El diputado alemán de la democracia cristiana, Marco Wanderwitz, se refiere a Alternativa para Alemania: "No es un partido democrático, es un partido de extrema derecha.
Y nuestra ley fundamental, que respira el espíritu de 1945, es decir, el fracaso de la democracia de Weimar y los años siguientes del nacionalsocialismo, rezuma el espíritu de una democracia capaz de defenderse. Esto implica la posibilidad de prohibir los partidos radicales".
Existen precedentes en Europa que recuerda el politologo Cas Mudde, profesor de la Universidad de Georgia en Estados Unidos:
"Los partidos de extrema derecha han sido prohibidos. Pero estos partidos eran casi siempre muy pequeños, como el Partido Nacional Democrático en Austria en los años 80, el Partido del Centro en los Países Bajos en el 86, el Partido Socialista del Reich en Alemania. Amanecer Dorado fue prohibido recientemente en Grecia, pero ya entonces el partido estaba en decadencia. Amanecer Dorado era un partido que atraía del 5 al 6% del electorado"
Generalmente, los partidos políticos sólo pueden disolverse si han sido declarados inconstitucionales. Alberto Alemanno, profesor de Derecho Europeo en la veterana Escuela de Estudios Superiores de Comercio de París advierte que "La disolución de un partido político es una medida importante que debe utilizarse con la mayor moderación. Sólo puede considerarse cuando un partido representa un peligro real para el orden político libre y democrático".
Según algunos, una apuesta arriesgada y condenada al fracaso. Claire Burchett, estudiante de doctorado en el King's College de Londres explica que:
"Prohibir un partido puede alentar a los extremistas y conducir a una mayor radicalización. Por ejemplo, Alternativa para Alemania dice que hay una campaña mediática coordinada en su contra, que "el sistema está contra nosotros". Si se prohibe a AfD, se confirmaría lo que dice entre sus seguidores".
Alternativa para Alemania no respondió a la solicitud de entrevista de Euronews. Además, prohibir a la extrema derecha equivaldría a tratar los síntomas en lugar de buscar una cura para los problemas actuales.
Mudde, recuerda que "El hecho es que los liberales, el centro, la corriente principal, como se llame, han perdido su apoyo a lo largo de las décadas. No los recuperarán con una solución rápida. La solución no es simplemente cortarle la cabeza a la serpiente. Debemos atacar el terreno fértil de estos partidos".