Irán celebra elecciones el viernes para elegir un nuevo Parlamento y renovar la Asamblea de los Expertos. Los conservadores deben reafirmar su poder ante la ausencia de alternativas, pero se prevé una enorme abstención.
PUBLICIDADIrán celebra elecciones parlamentarias este viernes 1 de marzo, pero la verdadera pregunta puede es quién resultará elegido sino cuántas personas realmente acudirán a votar. Por otra parte, los iraníes también votarán el viernes por los miembros de la Asamblea de Expertos de 88 escaños del país, un mandato de ocho años en un panel que nombrará al próximo líder supremo del país para después de Jamenei, de 84 años.
Los iraníes están cada vez más frustrados por el fracaso del Gobierno a la hora de abordar las demandas de mayores libertades y progreso económico. Las cifras oficiales muestran una tasa de inflación cercana al 50%, y los bienes esenciales, en particular los alimentos, cuyos precios aumentan fuertemente.
Los iraníes exigen mayores libertades y progreso económico
"Ignorar las elecciones es el resultado de la falta de confianza en la capacidad de todo el sistema para resolver cualquier problema. Hasta que no se tome una decisión desde arriba y se muestre determinación para resolver los problemas, creo que mucha gente no se presentará a los colegios electorales.", explica Ahmad Zeidabadi, analista político.
Más de 15.000 candidatos, entre ellos una pequeña minoría de mujeres, compiten por un escaño en el parlamento de 290 miembros
Más de 15.000 candidatos compiten por un escaño en el parlamento de 290 miembros
Los partidarios de la línea dura lo han controlado durante las últimas dos décadas, pero en la práctica, el poder absoluto en Irán reside en su líder supremo, el ayatolá Alí Jameni.
"La gente no sólo está desesperada, sino que además piensa que la situación no cambiará en absoluto. Están decepcionados con cualquier posible cambio, es muy triste", sentencia Tahoora Noroozi, candidato de línea dura.
La represión de 2022 contra las protestas por el uso del hijab ha avivado el descontento
La dura represión de las protestas de 2022 por la aplicación de las leyes sobre el hijab ha avivado aún más la disidencia interna, lo que ha provocado muertes, heridos y arrestos.
"Quien obtenga la mayoría en el Parlamento indicaría que el sistema gobernante ha movilizado a su base de votantes a favor de esa facción y quiere avanzar en esa dirección. Sin embargo, hay una competencia entre los partidarios de la línea dura, principalmente el Frente de Perseverancia, y candidatos con antecedentes más pragmáticos", analiza el experto Ahmad Zeidabadi.
Las previsiones apuntan a una baja participación, lo que preocupa, ya que desde la Revolución Islámica de 1979, la teocracia iraní ha basado su legitimidad en parte en la participación en las elecciones.