El caos reina en Haití, donde el estado de emergencia se ha extendido hasta abril. El servicio de salud está al borde del colapso y el puerto de Puerto Príncipe ha cerrado indefinidamente debido a los ataques de las bandas armadas que controlan el país.
PUBLICIDADEn la capital de Haití, Puerto Príncipe, el estado de emergencia y el toque de queda se han extendido hasta abril, dados los constantes ataques de las bandas armadas que controlan la mayor parte del país. El puerto de la ciudad ha sido cerrado indefinidamente. En un comunicado, Caribbean Port Services dijo que se vio "obligado a suspender todos los servicios".
La policía tiene recursos y hombres limitados para resolver la emergencia. Según las Naciones Unidas, la Policía Nacional de Haití cuenta con unos nueve mil agentes para garantizar la seguridad de más de once millones de personas.
Además, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha declarado que el sistema de salud del país está al borde del colapso. Numerosas instalaciones han tenido que cerrar debido a la escasez de medicamentos
Primer ministro de Haití varado en Puerto Rico
El caos estalló hace una semana cuando el primer ministro Ariel Henry anunció elecciones generales para mediados de 2025 durante una cumbre con otros líderes caribeños. El primer ministro viajó a Kenia para negociar el despliegue de un contingente internacional respaldado por la ONU para combatir la violencia de las pandillas.
Henry ahora está atrapado en Puerto Rico y aún no está claro cuándo podrá volver a ingresar al país. El primer ministro llegó a la isla el martes después de que se le negara la entrada a República Dominicana, donde había pedido aterrizar porque el aeropuerto de la capital había sido atacado. Las pandillas amenazaron con derrocar al presidente cuando llegara.
Los grupos armados, el más prominente de los cuales es el "G9" liderado por Jimmy "Barbeque" Chérizier, un ex policía de élite, han prometido más justicia social y más empleos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha pedido una transición urgente hacia un gobierno más amplio e inclusivo.