El bloguero y activista ruso Yuri Alekseyev vive en una cabaña de estilo 'hobbit' en las montañas de la frontera armenia con Georgia y Azerbaiyán. Huyó de Rusia para evitar ser encarcelado, pero continúa su activismo en Armenia y alienta a los rusos a votar contra Putin y "luchar por la democracia".
En lo profundo de Armenia, aproximadamente a 200 kilómetros de la capital, Ereván, el bloguero y activista político ruso Yuri Alekseyev construyó una cabaña de estilo 'hobbit' en una colina en plenas montañas cerca de la frontera con Georgia y Azerbaiyán.
Alekseyev vivía en una cabaña subterránea similar en un bosque de Rusia y es conocido como el 'Hobbit', gracias a la entrada circular de su hogar.
Se mudó a Armenia en mayo de 2022, poco después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala en Ucrania.
"Si me quedaba en Rusia, me habrían enviado a prisión durante mucho tiempo"
Abogado y programador de profesión, el hombre de 50 años está convencido de que su activismo político le habría acarreado una pena de prisión de entre cinco y siete años si hubiera permanecido en Rusia.
Alekseyev pasó 15 días detenido en Rusia por exhibir una pancarta que decía "No a la guerra" frente a su casa.
"Cumplí mi condena y me quedó claro que si me quedaba en Rusia, me habrían enviado a prisión durante mucho tiempo, cinco o siete años", dice Alekseyev. "La guerra ya lleva dos años y ahora confirmo que así habría sido. Es decir, si me hubiera quedado en Rusia un par de meses más, habría estado en prisión mucho tiempo".
De vez en cuando se le puede ver frente a la embajada rusa en Ereván, mostrando una pancarta de dos caras que reza: "Soy ruso, Putin es un asesino" y "Estoy a favor del cambio".
"Desde mi decisión hace dos años, he estado promoviendo incansablemente mis ideas entre los armenios (tengan o no vínculos con Rusia) y los rusos, alentándolos a votar contra Putin, ser socialmente activos y luchar por la democracia", dice. "Les explico que lo que pasó en Rusia ocurrió porque la gente dejó de luchar por la democracia", añade.
Persecución del Kremlin a la disidencia rusa
Los arrestos, juicios y largas penas de prisión contra disidentes que cuestionan al Kremlin se han vuelto comunes en Rusia, especialmente después de que Moscú lanzara su agresión militar en Ucrania.
Una ley represiva aprobada días después del inicio de la invasión rusa de Ucrania criminalizó cualquier crítica pública hacia ella, y las protestas se han vuelto prácticamente imposibles ya que la Policía dispersa rápidamente reuniones no autorizadas.
Además de la persecución a opositores políticos, el Kremlin ahora también apunta a grupos de derechos humanos, medios de comunicación independientes y otros miembros de organizaciones de la sociedad civil, activistas LGBTIQ+ y ciertas afiliaciones religiosas.