Menos numerosas aunque igual de violentas, las protestas de los agricultores continuan aunque la UE ha flexibilizado las demandas mediambientales.
PUBLICIDADLas cesiones a los granjeros y agricultores no han calmado la rabia de los manifestantes que se han reunido de nuevo en Bruselas este martes, a pocos metros de donde se encontraban los ministros de Agricultura de los Veintisiete.
Pero la imagen no ha sido como las de las concentraciones de febrero, donde se concentraron varios centenares de tractores, sino menor en número. Aunque similar en violencia. Los motivos de sus protestas continuan siendo, en gran parte, los mismos, pero la situación ha cambiado.
Bruselas ha tomado nota de las demandas agrícolas, incluyendo varios encuentros con políticos europeos, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o algunos de los ministros de Agricultura. "Hemos escuchado a nuestros agricultores y hemos tomado medidas rápidas para responder a sus preocupaciones en un momento en que se enfrentan a numerosos retos", ha apuntado David Clarinval, viceprimer ministro de Bélgica.
Hace unas semanas, la Comisión Europea anunció una revisión de las normas mediambientales ligadas a la Política Agrícola Común, una de las principales demandas de los agricultores. Además, aseguró que reduciría y simplificaría la burocracia necesaria para acceder a los subsidios agrícolas.
Las nuevas normas también benefician a las pequeñas explotaciones: las de menos de 10 hectáreas no estarán sujetas a los controles y sanciones relacionados con la condicionalidad de la PAC.
Para los agricultores no ha sido suficiente. "Ha habido algunos anuncios, pero en realidad siguen faltando soluciones", explica Olivia Leruth, de la Federación Valona de Agricultura. "Hay anuncios sobre ciertos temas, pero no sobre los más importantes, como los ingresos, los acuerdos internacionales", lamenta.