La Unión Europea sigue con preocupación la guerra comercial entre Estados Unidos y China que, sin embargo, podría beneficiarla a corto plazo.
La Unión Europea sigue con preocupación la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
La drástica subida de aranceles a los productos chinos ordenada por Donald Trump, sin embargo, podría generar beneficios a corto plazo para la UE.
El bloque aumentaría sus exportaciones de forma considerable para ambos países aunque, a la larga, esta guerra comercial podría afectar a la economía mundial y, por lo tanto, también a las empresas europeas.
Organizaciones como la ONU piden diálogo para superar las tensiones.
Analistas y expertos europeos advierten del peligro de seguir las medidas aplicadas por Estados Unidos. Alicia García-Herrero, es miembro del think tank Bruegel:
"Europa solo puede decirle al mundo que nadie debería tomar represalias, lo que significa que nadie debería seguir a Estados Unidos. Todos deberían seguir en la mesa de la Organización Mundial del Comercio".
Si las cosas continúan con el mismo tono China tendría que reemplazar a su principal socio comercial y se vería obligada a aceptar algunas de las condiciones que demanda desde hace ya tiempo la Unión Europea. Un ejemplo es un mayor acceso al mercado y también mayor reciprocidad.