El plan tendrá una duración aproximada de cinco años y probablemente costará hasta 12.000 millones de euros en su primer año.
El Gobierno alemán ha dado a conocer un amplio plan de ayudas para reducir los precios de la electricidad, que afecta a un sector que lleva varios meses en dificultades.
Prevé realizar los cambios mediante recortes fiscales y subvenciones hasta 2028.
Este plan, que probablemente costará "hasta 12.000 millones de euros" sólo el año que viene, pretende "reducir considerablemente el impuesto sobre la electricidad" para el sector manufacturero, reduciéndolo de 1,537 céntimos por kilovatio hora (kWh) a un mínimo de 0,05 céntimos por kWh, según un comunicado del Ejecutivo.
El plan está previsto "hasta 2025" y la reducción podría prorrogarse "durante tres años".
Las empresas que más energía consumen y que "se enfrentan a una mayor competencia internacional" también se beneficiarán de la prórroga "durante cinco años" de las medidas que les permiten compensar parte de sus costes vinculados a los mercados de derechos de contaminación.
"El Gobierno alivia masivamente los costes de electricidad de la industria manufacturera", anunció el canciller alemán, Olaf Scholz, a través de un comunicado.
Este anuncio se produce tras semanas de intensas discusiones entre fabricantes, sindicatos y Gobierno
El futuro de la industria, pilar del modelo alemán, ha suscitado innumerables interrogantes en todo el país.
Alemania, que durante años ha dependido del gas barato ruso, tuvo que prescindir de ese recurso concreto desde el inicio del conflicto en Ucrania a principios del año pasado.
Desde entonces, los fabricantes han experimentado unos precios de la electricidad especialmente elevados, entre los más altos de Europa.
Las actividades de alto consumo energético siguen luchando por recuperar sus niveles de producción de antes de la guerra, lo que amenaza con una deslocalización fuera de Alemania.
En medio de esta situación, el vicecanciller y ministro de Asuntos Económicos y Acción por el Clima, Robert Habeck, lleva varios meses pidiendo que se establezca un techo de precios, mediante una subvención masiva a las industrias más consumidoras.
El Gobierno alemán prevé una recesión -o una caída del PIB- del 0,4% este año.
Según el Fondo Monetario Internacional, la antigua potencia de la UE será el único país del G7 que sufrirá una recesión este año.