"¿Los preliminares son sexo?" Sex Education y una agencia francesa de planificación familiar, Le Planning Familial, unen sus fuerzas y crean una línea telefónica para responder a algunas preguntas...
PUBLICIDADAl igual que la exitosa serie de animación de Netflix Big Mouth, la comedia para adolescentes Sex Education pretende hacer algo bueno.
Ambas series exploran la sexualidad y abordan un montón de preguntas que todo el mundo se ha hecho alguna vez, posicionándose como espacios seguros y entretenidos donde no se ridiculiza la diferencia, sino que se celebra, y donde se fomenta la curiosidad sexual en edades cruciales.
Sex Education sigue al terapeuta sexual adolescente Otis (Asa Butterfield) que, animado por Maeve (Emma Mackey), acaba dirigiendo una autodenominada clínica en su colegio. Trata muchos temas relacionados con la sexualidad, ya sea la anticoncepción, el placer femenino, la asexualidad e incluso el aborto.
No es exagerado decir que generaciones enteras podrían haberse beneficiado de una serie tan inclusiva, diversa y que aborda temas que han dejado a muchos avergonzados o demasiado tímidos para abordarlos, especialmente cuando se enfrentan a algunas clases de educación sexual en la escuela, que dejan mucho que desear.
Con esto en mente, la exitosa serie de Netflix, creada por Laurie Nunn, ha decidido marcar el estreno de su cuarta y última temporada asociándose con Le Planning Familial -una agencia francesa de planificación familiar - para dar información gratuita y anónima sobre todos los temas relacionados con la sexualidad.
La institución lleva sesenta años luchando por una educación mejor y más accesible en todos los temas relacionados con la sexualidad y la salud sexual, y el resultado de esta nueva colaboración ha sido la creación de la Hotline Sex Education, así como una campaña de carteles promocionando el número gratuito: 0 800 08 11 11.
Como parte de su "lucha por el acceso a la educación sexual para todos", los carteles recogen preguntas inspiradas en el programa, formuladas por jóvenes de entre 15 y 25 años: "¿Los preliminares son sexo?"; "¿Cómo sé si me gustan los chicos o las chicas?"; "¿Los anticonceptivos son sólo para chicas?"; o "Todo el mundo lo ha hecho menos yo, ¿soy raro?".
Estos anuncios se pueden encontrar en varias ciudades francesas, con el eslogan: "Es la última temporada, pero la educación sexual continúa".
"Unir fuerzas con la serie Sex Education es una obviedad para Le Planning Familial, en un momento en el que el acceso a información fiable e inclusiva sobre sexualidad, salud sexual y vida afectiva está en peligro", explica Sarah Durocher, presidenta de Le Planning Familial. "La cultura pop puede ayudarnos a abordar estos temas de la manera adecuada. Desde la primera temporada, los adolescentes nos hablan espontáneamente de la serie".
En Francia, la educación sexual se hizo obligatoria en 2001 con la ley Aubry. Sin embargo, según Le Planning Familial, los jóvenes tienen preguntas y pocas respuestas. La campaña viene a llenar un vacío en el sistema educativo francés, ya que el organismo considera que las tres sesiones anuales de educación sexual en la escuela "no se están aplicando".
Una auditoría de la Inspección General de Educación, Deporte e Investigación, presentada en 2021, demostró que veinte años después de la entrada en vigor de la ley de 2001, sólo el 15% de los alumnos se habían beneficiado de las tres sesiones obligatorias desde la escuela primaria hasta el instituto.
La cultura pop al rescate, desde luego.
La cuarta temporada de Sex Education está disponible en Netflix.