El magnate del rap Sean "Diddy" Combs ha sido demandado por una mujer que afirma que la drogó y agredió sexualmente en 1991.
PUBLICIDADSean "Diddy" Combs ha sido acusado de drogar y agredir sexualmente a una mujer en una nueva denuncia, presentada ante el Tribunal Supremo de Manhattan el jueves.
Se trata de la segunda demanda por agresión sexual contra Combs este mes.
La antigua pareja de Combs, Cassandra "Cassie" Ventura, alegó en su denuncia que la había violado y abusado física, mental, sexual y emocionalmente a lo largo de su relación, desde que tenía 19 años y él 37. Combs negó las acusaciones.
Sin embargo, la demanda se retiró rápidamente, ya que Combs y Ventura llegaron a un acuerdo de "satisfacción mutua" al día siguiente de su presentación.
La nueva demanda, interpuesta por Joi Dickerson-Neal, alega que Combs drogó y agredió sexualmente "intencionadamente" a Dickerson-Neal en 1991, cuando ella estudiaba en la Universidad de Siracusa.
En la denuncia también se alega que Combs había filmado el supuesto incidente y que mostró el vídeo a otras personas en un acto de "porno venganza".
Al parecer, Dickerson-Neal "accedió a regañadientes" a cenar con Combs en un restaurante de Harlem y que él la "presionó" para que le hiciera compañía después. Durante la cena, fue presuntamente drogada por Combs, y pronto se encontró en un "estado físico en el que no podía mantenerse en pie ni caminar de forma independiente". A continuación, "se dirigió a un lugar donde se alojaba para agredirla sexualmente", según la demanda.
La demanda alega que la vida de Dickerson-Neal estuvo en peligro y que fue ingresada en el hospital por depresión grave e ideación suicida.
Como consecuencia, Dickerson-Neal solicita a Combs una indemnización por daños y perjuicios no especificados, incluidos los destinados a "reparar los daños que ha sufrido como consecuencia de haber sido acosada sexualmente, maltratada y víctima de porno vengativo".
Un representante de Combs negó estas acusaciones en un comunicado a TMZ: "Esta demanda de última hora es un ejemplo de cómo una ley bienintencionada puede ponerse patas arriba. La historia de 32 años de Dickerson es inventada y no es creíble. Combs nunca la agredió y ella implica a empresas que no existían. Esto es puramente un robo de dinero y nada más".