El exdirector de la OMC cree que se ha dado "un paso más" hacia una potencia europea

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Ante la invasión militar rusa en Ucrania, la Unión Europea apuesta por una ofensiva económica. Los Veintisiete han adoptado varios paquetes de sanciones de extrema dureza. Esta arma comercial no es nada nuevo. El embargo estadounidense contra Cuba o las sanciones internacionales contra el régimen del apartheid en Sudáfrica son ejemplos de usos anteriores. Para el ex Director General de la OMC, Pascal Lamy, la situación actual es distinta

"Esta vez es la proporción la que ha cambiado porque Rusia es un gran actor en varios mercados. En particular, el de la energía y el de los alimentos. Y los occidentales han reaccionado atacando al punto débil de Rusia, a su economia", apunta Lamy.

Rusia se encuentra entre los tres principales productores de petróleo del mundo. Posee el 20% de las reservas mundiales de gas. Además, Moscú es también una potencia agrícola y el mayor exportador mundial de trigo. Su peso en estos dos mercados plantea varios interrogantes sobre las consecuencias de las sanciones. Pero las medidas son también clave para que los Veintisite construyan más autonomia comercial y estrategica.

"Poco a poco, la Unión Europea avanza hacia los bordes de un poder con el que sueñan un cierto número de europeos. Aunque no todos. Pero pasa incluso en términos de política comercial. Poco a poco está ampliando su arsenal, eso es lo que creo que está pasando. Y luego, además, hay medidas más simbólicas como exportar armas letales a un país en guerra. Y creo que ahí sí que hemos dado un paso más hacia lo que empieza a parecer una potencia europea, aunque todavía queda un largo camino por recorrer", cree Lamy.

En los últimos años, la Unión Europea ha roto varios tabúes. Por ejemplo, con la emisión de deuda conjunta para financiar el plan de recuperación tras la pandemia o esta misma semana anunciando que mandará armas a un país en guerra. Hoy, los Veintisiete continúan su camino hacia una mayor integración.