Las compras navideñas de los belgas sufren la inflación

La Navidad está cada vez más cerca y los belgas ya tienen en mente el menú de una de las cenas más importantes del año. Pero esta vez puede ser complicado: con una tasa de inflación del 10,63% ir de compras es cada vez más difícil. "Creo que la gente se está concienciando de que hay crisis y controla más sus gastos. Hay una reducción de las que compran... si antes la gente compraba 500 gramos, ahora compran menos", ha explicado Yassim, que regenta una tienda de frutos secos en un mercado en Bruselas, Bélgica.
En noviembre de 2022, el precio de los alimentos en Bélgica aumentó un 14% con respecto al mismo periodo del año anterior. Pero en el caso de algunos de los protagonistas de la mesa navideña, la subida es aún mayor: como el marisco, un 16% más caro o las aves de corral, un 21%, según la oficina belga de estadística.
Lo que podría traer sacrificios. Un ciudadano, al ser preguntado por lo que hará en fiestas ha asegurado que "lo de siempre, como todas las Navidades... ninguna diferencia. Bueno quizá ahora nos pensemos mejor si compara comida orgánica". Además, cree que la diferencia "no es algo muy grande, pero en el coste total se nota. Un poco aquí, un poco allá... y cuando sales del supermercado y ves el tiquet, sí que se nota".
Según una encuesta realizada por una gran cadena de supermercados, el 75% de los belgas van a celebrar este año unas Navidades "más austeras", prestando más atención a qué productos son más caros. "Yo diría que todos los "productos de lujo". Si quieres comprar pescado o carne, creo que han subido, pero también las verduras frescas y las frutas exóticas han subido un poco, y también el queso es más caro que antes", ha lamentado otra compradora.
Los alimentos cotidianos, como el pan, la harina y los productos lácteos, están entre los que más han subido. Pero todavía hay cosas, como el tradicional tronco de Navidad, a lo que los belgas no pueden renunciar.