La Comisión Europea ha asegurado el martes que las conversaciones sobre el acuerdo comercial UE-Mercosur continúan después de que un funcionario francés afirmara que el presidente Emmanuel Macron había convencido al Ejecutivo del bloque para enterrar el acuerdo.
PUBLICIDAD"Las conversaciones continúan, y la UE sigue persiguiendo su objetivo de alcanzar un acuerdo que respete (...) las sensibilidades, en particular en el sector agrícola", ha declarado ante la prensa el principal portavoz del Ejecutivo comunitario.
Las declaraciones pretendían disipar las afirmaciones de un funcionario del Elíseo de que Macron, un feroz opositor al acuerdo, había convencido personalmente a la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, para que ordenara a los negociadores detener las conversaciones.
Algo que sucede mientras los agricultores ordenaban el asedio de París como parte de las amplias protestas contra el gobierno de Macron. Entre las quejas de los agricultores franceses están los acuerdos de libre comercio de la UE con terceros países que, según ellos, inundan los mercados europeos con productos baratos y de baja calidad, reduciendo sus beneficios.
"La Comisión Europea ha comprendido que es imposible llegar a una conclusión en este contexto. Creo que ha visto la situación en Francia, Alemania, Polonia, los Países Bajos, en Europa", ha dicho un funcionario del gobierno francés el lunes refiriéndose a las protestas de los agricultores que han estallado en todo el continente.
"Entendemos que (la Comisión) ha dado instrucciones a sus negociadores para que pongan fin a las sesiones de negociación en Brasil", ha añadido el funcionario.
Pero el Ejecutivo comunitario ha asegurado que las negociaciones sobre el acuerdo -que abriría el libre comercio entre la UE y el bloque comercial sudamericano que engloba a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- estaban "en marcha" y habían tenido lugar la semana pasada.
"Recuerdo que es la Comisión la que negocia los acuerdos de libre comercio sobre la base de un mandato recibido de los Estados miembros", ha dicho el portavoz de Agricultura y Comercio del Ejecutivo comunitario.
"Es la Comisión y sólo la Comisión", ha añadido.
El bloque mantiene conversaciones comerciales con Mercosur desde hace más de dos décadas. Un acuerdo provisional alcanzado en 2019 se ha retrasado, en parte debido a las preocupaciones francesas sobre el impacto de las importaciones libres de aranceles de productos agroalimentarios en los agricultores franceses.
Un agricultor que se manifestaba el martes en la vecina Bélgica ha explicado a Euronews que sentía que los europeos estaban siendo "obligados a no producir en casa, sino a importar del extranjero", a pesar de los estándares más bajos.
Francia ha pedido en repetidas ocasiones la reapertura del acuerdo de 2019 para incluir cláusulas sociales y medioambientales, pero el Ejecutivo comunitario se ha opuesto. Se teme que las ramificaciones políticas de las revueltas de los agricultores afiancen aún más la oposición de Francia.
El acuerdo también se ha enfrentado a obstáculos políticos al otro lado del Atlántico, ya que Bruselas teme que la victoria electoral del ultraderechista Javier Millei en Argentina pueda echar por tierra el acuerdo. Milei amenazó con abandonar Mercosur durante la campaña electoral, pero Bruselas ha seguido insistiendo en que está trabajando para alcanzar un acuerdo.
Cualquier acuerdo del Ejecutivo comunitario con Mercosur o cualquier otro tercer país o mercado deberá ser ratificado por los 27 Estados miembros y el Parlamento Europeo.
"Por el momento, la Comisión considera que no se cumplen las condiciones para concluir las negociaciones con Mercosur", dijo la Comisión, en una señal de que las negociaciones siguen plagadas de dificultades.
Macron tiene previsto tratar el tema en una reunión bilateral con von der Leyen al margen de una cumbre de líderes de la UE el jueves.
Su gobierno ya ha hecho concesiones en respuesta a las manifestaciones de los agricultores, incluida una rebaja fiscal sobre el combustible y la reducción de la burocracia. Pero mientras las protestas no cesan y entre temores de que los partidos de extrema derecha franceses puedan sacar partido del descontento de los agricultores, se espera que Macron reitere su firme oposición al acuerdo con Mercosur.
La Comisión ha afirmado que el interés de los agricultores es una "prioridad" en todas sus negociaciones de libre comercio con terceros países.