LONDRES, 26 oct - La demanda de acero en la Unión Europea se reducirá un 3,5% este año y caerá un 1,9% en 2023, afectada por el aumento de los precios de la energía y la inminente recesión, dijo el miércoles el grupo industrial Eurofer.
Es la segunda vez este año que la Asociación Europea del Acero rebaja su previsión de demanda aparente de acero, que mide la producción de los productores de acero más las importaciones netas menos las exportaciones netas.
En febrero, el grupo dijo que esperaba que la demanda de acero aumentara un 3,2% en 2022, pero en agosto se revisó a un descenso de la demanda del 1,7%.
"Todos los factores a la baja se han mantenido e incluso agravado, especialmente la subida vertiginosa de los precios de la energía, que provoca unos costes de producción insoportables", dijo el director general de Eurofer, Axel Eggert.
El año comenzó de forma positiva, con un aumento de la demanda de acero del 6,1% en el primer trimestre, hasta los 38,6 millones de toneladas, pero pasó a ser negativo en el siguiente, con un descenso del 4,8%, debido en gran parte al impacto de la subida de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, según el grupo.
"Más preocupante aún es la persistencia de un alto nivel de importaciones de acero a la UE en este contexto", dijo Eggert.
Las importaciones de acero a la UE aumentaron un 28,5% en el primer trimestre y un 1,6% en el segundo, según un comunicado.