La resistencia a los antimicrobianos causa unas 35 000 muertes al año en la Unión Europea. Pacientes, médicos, representantes farmacéuticos, investigadores y responsables políticos de la UE debaten medidas de prevención y control de lo que denominan "una pandemia silenciosa".
En el año 2013, Iñaki Morán pasó 20 días consecutivos en cama. Su cuerpo había sufrido una emboscada de bacterias resistentes a medicamentos.
Fue el primero de una larga lista de ataques similares.
"Fueron unos ingresos de más o menos con cierta frecuencia. Tuve en el 2016, en el 2017, en el 2018; por distintas bacterias, distintos gérmenes", cuenta Iñaki.
El peligro del abuso de antibióticos
Iñaki, de 63 años, padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y también ha sido tratado de cáncer de colon y pulmón.
Las bacterias resistentes a los tratamientos sembraron más estragos en un cuerpo, que ya se encontraba al límite.
"Mi calidad de vida se redujo bastante, incluso puso en peligro mi trasplante pulmonar. Tenía la perspectiva de que por edad ese trasplante fuera sólo de un pulmón. Siendo así, estando un pulmón constantemente con estas bacterias, no te hacen el trasplante. Al final tuve suerte y se hicieron los dos y se pudo evitar", comenta.
La resistencia a los antimicrobianos se debe principalmente al uso excesivo y abusivo de antibióticos, antisépticos y antifúngicos.
Afecta a los seres humanos, a los animales, a las plantas y al medio ambiente.
La resistencia a los antimicrobianos causa unas 35 000 muertes al año en la Unión Europea, con unos costes sanitarios anuales y unas pérdidas de productividad estimadas en 1 500 millones de euros.
Los seminarios periódicos ayudan a pacientes, a médicos, a representantes farmacéuticos, a investigadores y a responsables políticos de la UE a debatir medidas de prevención y control de lo que denominan "una pandemia silenciosa".
Los expertos coinciden en que la resistencia a los antimicrobianos es una de las tres principales amenazas para la salud, a las que se enfrenta actualmente la Unión Europea.
"Hay estudios epidemiológicos muy grandes que nos muestran que en un día de corte, más del 50 % de los pacientes ingresados en una UCI tienen una infección activa. Y, además, de ese 50 %, la mitad son infecciones adquiridas en el propio hospital; esto es un tema muy serio. Y por desgracia, en la UCI muchas veces las infecciones son por bacterias multirresistentes". Dra. María Cruz Soriano, jefa de la Unidad de Medicina Interna del hospital Ramón y Cajal en Madrid.
¿Cómo pretende la Unión Europea abordar esta preocupante situación?
Una situación letal, compleja y urgente; por lo que la Comisión Europea ha propuesto abordarla reduciendo en un 20 % el consumo de antimicrobianos.
La Comisión Europea también busca fomentar el desarrollo de nuevos antibióticos, por ejemplo, dando a quienes los generan un año más de protección de datos reglamentarios.
"Desde la década de 1980, no se ha desarrollado ningún nuevo antimicrobiano, por lo que necesitábamos incentivar fuertemente el desarrollo de nuevos antimicrobianos, y lo estamos haciendo con la propuesta de bonos de exclusividad transferibles", explica Stella Kyriakides, comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria.
"También tenemos que abogar por un uso prudente de los antimicrobianos y abordar el abuso de los mismos. Pero al mismo tiempo necesitamos apoyar a la industria farmacéutica europea, para que innoven, para que tengamos nuevos productos en el mercado", agrega.
La Federación Europea de Industria Farmacéutica y Asociaciones dice estar dispuesta también a desempeñar un papel activo.
"En 2020 propusimos un fondo de 1 000 millones de dólares hasta 2030, con el objetivo de encontrar de 2 a 4 nuevos antibióticos. Esto era una especie de fondo puente, para ayudar a las pequeñas biotecnológicas que hasta ahora no habían sido capaces de producir antibióticos. Pero esto no puede sustituir a un sistema adecuado de incentivos", cuenta Nathalie Moll, directora general, Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas.
Los pacientes concluyen que la concienciación pública es igual de importante.
"Yo creo que todo paciente si conoce su enfermedad, en este caso la RAM, si sabe cuáles son los síntomas, si sabe cómo es el tratamiento y está preparado para entenderlo, va a ser un paciente activo, va a ser un paciente que realmente va a ponerle barreras a todo esto. Es lo que nosotros como pacientes intentamos divulgar; nuestra experiencia como conocimiento", finaliza Iñaki Morán.