El kelagai es uno de los tocados más famosos del mundo. Y sigue haciéndose a mano por los pocos maestros expertos que viven en Basgal. Otra parada en la Ruta de la Seda es la joya histórica de Sheki, con sus bellos palacios, caravasares y su delicioso sheki halva.
PUBLICIDADBasgal, un pequeño pueblo oculto en las montañas azerbaiyanas, es una de las paradas de la Gran Ruta de la Seda y fue un lugar clave para la industria del tejido de la seda. No es de extrañar, pues, que el destino sea cuna del arte de confeccionar el kelagai, un pañuelo de seda y uno de los tocados más antiguos del mundo. El kelagai es un símbolo de belleza, respeto y lealtad, y encarna la cultura y las tradiciones de Azerbaiyán.
En este episodio de Explore Azerbaijan, Cinzia Rizzi conoce a uno de los pocos maestros del arte del kelagai, que le muestra los pasos necesarios para elaborar esta obra de arte. A continuación se dirige a Sheki, otra parada en la Ruta de la Seda. Antaño capital del poderoso kanato de Sheki (territorio gobernado por un kan), esta joya histórica aún refleja la riqueza generada por la industria de la seda en el pasado.
Uno de los lugares de visita obligada en Sheki es la residencia de verano de los kanes de Sheki, patrimonio mundial de la Unesco, con pinturas en miniatura y vidrieras de shebeke. Y no puede irse de esta pequeña ciudad sin probar el dulce local: la sheki halva.