El primer domingo de diciembre dos tradiciones regresan a Milán. Por un lado la tranquilidad, la elegancia y el lujo de la Scala de Milán y por el
El primer domingo de diciembre dos tradiciones regresan a Milán.
Por un lado la tranquilidad, la elegancia y el lujo de la Scala de Milán y por el otro los gritos, las pancartas y las manifestaciones a sus puertas.
A las 18:00, hora local, la ópera más famosa del mundo ha abierto sus puertas con el “Fidelio” de Beethoven bajo la batuta de Daniel Barenboim. Una inauguración de temporada que como cada año ha servido para que varios manifestantes muestren su enfado por la situación económica y las políticas del Gobierno.
Unos 750 agentes han sido desplegados para evitar los clásicos altercados a las puertas de este clásico templo musical.